El Domaio se quedó ayer sin premio en su visita al Sporting Guardés, que concluyó con un 3-0. Los tantos llegaron en el segundo tiempo, después de que hasta ese momento las mejores oportunidades fuesen para los moañeses.

El equipo de Javi Tenorio salió con mayor intensidad defensiva y pese a que el Guardés parecía dominar la posesión apenas pasaba del centro del campo. De hecho, no llegó a tirar a puerta durante todo el primer tiempo. En los primeros 45 minutos el Domaio tuvo dos buenas ocasiones para poner el marcador a su favor. La primera fue un mano a mano de Cousido con el portero local, pero que se fue fuera por muy poco. El segundo fue disparo a bocajarro de Lamas desde el punto de penalti y que el guardameta local acertó a detener en una acción de gran mérito.

El paso por los vestuarios no alteró inicialmente el guión que se había desarrollado hasta ese momento. Sin embargo, en el minuto 61 el Guardés logró adelantarse. Fue después de un despeje de su zaga y Daniel, que había saltado al campo tras el descanso, le ganó la espalda a la defensa moañesa y batió a Édgar con una vaselina. El Domaio no pareció acusar ese mazazo, pero el segundo gol llegó apenas seis minutos después en una jugada desafortunada para los moañeses. La defensa despeja un balón, con tan mala suerte que la pelota rebota en un delantero del Guardés, el esférico pasa por encima de Édgar y le cae en los pies a Sergio, que pudo anotar a placer el 2-0.

Ese segundo tanto sí que hizo mella en los moañeses, que encajaron el tercero en el minuto 81. Los de Tenoria encajan su tercera derrota consecutiva y el próximo domingo reciben al segundo clasificado, el Gran Peña.