El Logroño La Rioja no tuvo piedad del Frigoríficos del Morrazo y aplastó al conjunto cangués por 35-18 en un encuentro que estuvo muy condicionado por los numerosos errores ofensivos de los visitantes, especialmente a lo largo del primer tiempo. Los de Magí Serra estuvieron especialmente atascados en ataque y concedieron demasiados contragolpes -hasta 12 en todo el encuentro- a un cuadro local que recuperaba precisamente para este partido a su principal punta de lanza en este aspecto del juego, Ángel Fernández. El internacional acabó como máximo realizador del choque con 11 dianas, seis de ellas de contraataque.

El Cangas tardó casi siete minutos en anotar y aguantó este tiempo gracias a que los de Jota González tampoco estuvieron excesivamente finos (2-0). Sin embargo, muy pronto el duelo se inclinaría de forma definitiva hacia los locales, que convirtieron cada error en el lanzamiento, cada pérdida de balón, en un fulgurante contragolpe que castigaba una y otra vez a un indefenso Diego Moyano. En un visto y no visto los riojanos se pusieron 5-1 y Magí Serra se veía obligado a solicitar tiempo muerto (minuto 9) para tratar de revertir la situación.

Los visitantes parecieron enderezar el rumbo (7-4, minuto 14) pero el Logroño fue abriendo hueco poco a poco. La fortuna tampoco acompañó al equipo cangués, que falló dos contragolpes y un penalti, agrandando aún más la figura de un Jakob Krupa enorme en los 30 minutos iniciales. Por si fuera poco Cancio se iba a los vestuarios en el minuto 20 tras una acción defensiva en la que los colegiados interpretaron que había golpeado el rostro de un rival. Al descanso la ventaja de los de Jota González era de seis goles (16-10).

El guión del primer tiempo se repitió en el arranque del segundo y con un parcial de salida de 3-0 los locales sentenciaron el duelo (19-10, minuto 33). Con el choque ya muy cuesta arriba, Serra decidió dejar el resultado de lado y apostar por las rotaciones, reservando a jugadores más castigados como Potic o Muratovic y dando minutos en pista a hombres como David Iglesias o Ángel Rodríguez, que respondieron a las expectativas, al igual que Pablo Castro en ataque. También hubo espacio para las probaturas de cara al encuentro del próximo fin de semana ante el Atlético Valladolid, en el que los puntos sí comenzarán a ser decisivos para el futuro de los de O Morrazo.