Magí Serra ya luce galones en el Frigoríficos del Morrazo. El entrenador catalán asumió ayer las riendas del conjunto cangués en una intensa jornada que comenzó con una charla de hora y media con la plantilla en la que tuvo la oportunidad de explicar su filosofía y sus objetivos inmediatos. Estos pasan por incrementar las horas de entrenamiento a fin de poder afinar la puesta a punto física, pero, sobre todo, la implantación de un nuevo estilo de juego y de distintas variantes tácticas.

"He pedido implicación al grupo para poder entrenar mañana y tarde, en especial en estas próximas semanas", reconoce. A pesar de las dificultades de parte del grupo de jugadores, que combina el balonmano con los estudios o incluso con un trabajo, la disponibilidad es buena. "De lo que se trata es de que todo el mundo sume para el bien del equipo", apunta, resaltando la importancia de tener tres semanas por delante para trabajar antes de que la competición regrese a la Liga Asobal.

Serra explicó sus métodos tras presentarse a sus nuevos pupilos y a continuación los dirigió en una sesión de entrenamiento puramente física, que se desarrolló en el gimnasio, y que vino seguida de unos minutos de pista para ir planteando ya algunas ideas de juego. Todo ello justo antes de ser presentado oficialmente como entrenador del Cangas en un acto en el que estuvo acompañado por el presidente de la entidad, Manuel Camiña. Allí el técnico se mostró "agradecido por la oportunidad de entrenar en este club", algo que perseguía desde hace tiempo porque "es un sitio donde se vive el balonmano y me haría ilusión. Ha sido un regalo de Reyes y estoy preparado, con ganas para poder empezar ya y tirar hacia adelante con ese proyecto". Camiña justificó la apuesta por Serra por su experiencia y mostró su deseo en que el periplo del catalán en tierras de O Morrazo no sea flor de un día. "Preferimos entrenadores que tengan aquí una larga trayectoria, y esperemos poder disfrutar de él durante muchos años", sentenció.

Con solo 6 puntos en el casillero, la permanencia es todo un reto que Magí Serra asume con tranquilidad. "Dependemos de nosotros mismos. Quedan 15 partidos y tenemos que alcanzar los 20 puntos", afirma, marcando el horizonte de la salvación. Poco le importa contra quién se sumen. "Es cierto que tenemos partidos ante rivales directos, pero yo solo quiero 20 puntos y me da igual contra quién sean. Lo importante es conseguir ese objetivo", subraya. Para alcanzarlo no se descarta la llegada de refuerzos, tal y como reconoció Manuel Camiña, que apuntó, tras la salida de Serafín Pousada, a la intención del club de traer a uno o incluso a dos jugadores. "Hay diferentes opciones y tendremos que ver la más prioritaria. En esta época es difícil", afirma el dirigente.

El técnico ya ha estado en contacto con su predecesor en el cargo, Víctor García, "Pillo", del que comentó que "es un grandísimo entrenador y me ha ofrecido su ayuda en lo que haga falta. Yo soy un entrenador joven y será difícil igualarlo". Eso sí, Serra apuntó que "creo que puedo ayudar a innovar un poco y espero que esto sea un estímulo para todos".