Club Deportivo Moaña y Cultural Deportiva Beluso se medirán el domingo en un inusual derbi en la Preferente Autonómica Sur al que ambos podrían llegar con sus plantillas prácticamente al completo. Y es que si los locales recuperan a su máximo artillero, Andrés, tras el nacimiento de su hija, los visitantes harán lo propio con Oki, una vez ha superado su lesión. Las bajas quedarán, pues, reducidas a Miguel Canosa en el Beluso y al moañés Pablo Costas, con una fractura en la clavícula.

"Estamos bien. La derrota de Porriño no fue justa porque tuvimos más ocasiones y apenas nos hicieron daño, pero en una llegada y media nos marcaron", apunta Miguel Fernández. El preparador del Moaña lamenta también la mala fortuna en las lesiones de alguno de sus jugadores y se muestra optimista de cara al enfrentamiento con el Beluso, un equipo al que califica como "rocoso, duro". Para Fernández, el derbi está un poco descafeinado "porque cada vez hay menos gente de la localidad en los equipos. Será más motivante para los de Moaña pero yo solo pienso en que queremos ganar y en que será difícil por cómo es el Beluso".

En el bando contrario, José María Rial asegura que "llevamos mucho tiempo esperando por este partido de rivalidad", entre dos escuadras con, a su parecer, metas distintas. "Ellos son un equipo hecho para estar arriba, aunque se construyese tarde, y nosotros peleamos por la permanencia", señala, antes de añadir que "conozco bien a Miguel y sé cómo son sus equipos". El técnico del Beluso sí cree que los especiales condicionantes de los duelos de rivalidad servirán para equilibrar las fuerzas. "La previsión es que los derbis son partidos igualados, con mucha rivalidad... aunque luego puede resultar otra cosa", dice. Los buenenses quieren dejar atrás la dura derrota ante el Gondomar por 1-5. "El resultado es engañoso, porque hicimos una primera parte buenísima y con el 1-3 nos dejaron tocados", afirma.