El Domaio dejó escapar dos puntos, y con ellos la posibilidad de haber encadenado tres victorias consecutivas, ante un Mos que supo aprovecharse de los regalos de un equipo moañés que no hizo su mejor partido y que careció de acierto.

Los visitantes marcaron en una indecisión defensiva a los diez minutos y a partir de ahí se dedicaron a perder tiempo y a evitar que se jugase con ritmo. Tuvo que ser en una acción aislada en la que un defensor del Mos tocó el balón con la mano cuando Jonás igualase desde los once metros. Tan solo hubo otra acción reseñable, en un gol anulado a Cristian.

Ya en la segunda mitad Jonás demostró su olfato goleador para poner por delante a los suyos. Sin embargo, y a favor de marcador, el Domaio no supo sentirse cómodo, sino que, al contrario, se volvió más espeso y previsible. El Mos comenzó a ganar terreno y encontraría el premio en una falta colgada desde mediocampo que aprovechó Bugallo tras varios rechaces para poner el 2-2 a pocos minutos para el final.