La falta de acierto rematador condenó al Cruceiro a la derrota en un buen partido ante el San Adrián en el que puso el juego y, sobre todo, las ocasiones. Los de Óscar Sánchez generaron bastantes situaciones de peligro, pero carecieron de la fortuna necesaria para materializarlas y se encontraron con un gran Jacobo que abortó todos sus intentos.

La primera mitad fue de control local, con buenas acciones de peligro que no llegaron a fructificar, como una de Dapiga en la que se reclamó penalti por manos de un rival y en la que el futbolista cruceirista disparó para que Jacobo sacase el esférico. Bruno, Palmero en dos ocasiones en lanzamientos desde fuera del área e incluso Barreiro en el descuento pudieron anotar para los suyos, pero quien lo hizo fue David en un disparo cruzado que entró tras dar en el poste y en la espalda de Buyo. Fue suficiente para que el San Adrián se adjudicase el derbi.