El estreno del Luceros en la Primera Nacional acabó con una derrota ante el Chapela que, no obstante, dejó buenas sensaciones en una escuadra canguesa que aguantó durante 40 minutos a un equipo de más potencial y, sobre todo, veteranía. Jose Figueroa, técnico del filial del Frigoríficos, se mostró muy satisfecho por el papel desempeñado por los suyos. "Es para quitarse el sombrero. No se achicaron demasiado y aguantamos más de lo que esperaba", admite. Luego, sucumbieron ante un Chapela "que utilizó sus armas, el juego de guerrillas, otras cosas. Como les dije, este ha sido para muchos de ellos el primer partido de balonmano que juegan".

Y es que el rejuvenecimiento de los cangueses es más que evidente. Sin hombres de peso como Dani Gómez, Veloso y Santi, y con Pablo Castro y David Iglesias con el primer equipo, Figueroa tenía a tres jugadores recién salidos de juveniles como Pousa, Pombal y Mauro y a dos juveniles como Javi Figueroa y Fonseca en la lista. "Esta temporada somos un equipo demasiado inexperto y se va a notar mucho si están o no Pablo y David. Pero también es cierto que hemos hecho una buena pretemporada y que hemos ganado partidos sin ellos", subraya el preparador.

Sin sus especialistas defensivos de la pasada temporada, el técnico ha repescado a Dani Sierra (el año pasado en el Lavadores), que aún debe coger la forma. Su idea para este año será explotar al máximo el factor cancha, que será cuando pueda contar con los dos jugadores vinculados al equipo de Asobal.