Falta la confirmación oficial, que debiera llegar mañana lunes, pero todo está más que perfilado. El Academia Octavio seguirá siendo equipo de Primera Nacional Masculina. No sólo salva la categoría, sino que construirá una plantilla de buen potencial, capaz incluso de aspirar al play off de ascenso, gracias al desembarco financiero y humano de Construcciones Castro. El Octavio continúa en situación delicada, pero ha aclarado al menos su camino a corto plazo.

El Octavio sufrió su tercer descenso en un breve plazo la pasada campaña -en 2013 militaba en Asobal-. Es a día de hoy equipo de Primera Autonómica tras haber quedado penúltimo en Primera Nacional. Pero mañana debería ser oficial que recupera su plaza en la tercera división del balonmano nacional. Solo el Camariñas hará efectivo su ascenso. Ningún otro equipo de Autonómica puede o quiere. Existían algunas dificultades para concretar esta salvación administrativa que se han conseguido solucionar. De esta forma, sólo baja el colista, el Granitos Ibéricos Carballal, también vigués.

Seguir en Primera Nacional no remediaba el sufrimiento académico. El club ya tuvo problemas el pasado verano para construir una plantilla. Pero esa dificultad queda solucionada gracias al acuerdo que se ha perfilado con Construcciones Castro, y que está precisamente pendiente de la confirmación oficial de la plaza en Primera Nacional.

Construcciones Castro no solo ejercerá de patrocinador. Como ya sucedió en sus anteriores proyectos, en Chapela y Porriño, la empresa llega con Coque Fontenla como ideólogo del proyecto deportivo, y acompañado por otros jugadores. Sí se mantendrá el prestigioso Modesto Augusto como entrenador.

Hay más cambios internos en el Academia Octavio, ya que existe nueva directiva desde mediados de mes. Javier Rodríguez continúa como presidente, el cargo que ha desempeñado desde hace casi treinta años. Pero el nuevo vicepresidente, Jorge Jiménez González, que fue portero rojillo entre 1981 y 1990, asumirá el mayor peso en la gestión del club.

Las otras encrucijadas

El Academia Octavio vuelve a exhibir ese carácter gatuno. Porque han sido varias las ocasiones en las que el club creado por Octavio Rodríguez en 1966 se ha abismado a la desaparición. La primera, precisamente cuando falleció el fundador y se produjo una desbandada en el equipo, en la temporada 83-84. Y cuando en 1991 se modificaron las categorías a nivel nacional, condenando al descenso a categoría autonómica al club, la directiva decidió disolverlo y Javier Rodríguez quedó encargado de comunicarlo al día siguiente en el registro de la Xunta. Fue paseando la noche anterior, camino de casa, cuando decidió que el Octavio no desaparecería, lo que incluso supuso una romcabolesca fusión puntual con el Puerto Cruz de Tenerife. Llegarían después las glorias europeas de los años noventa y con el cambio de siglo, la condición de equipo ascensor, entre Asobal y Honor Plata, pero siempre situado entre los veinte mejores equipos de balonmano del país. Los problemas económicos se han ido arrastrando y en algún momento ha parecido sentenciar al Octavio, que una vez más se aferra a la vida.