O Gatañal comienza a recuperar su esencia, la de las grandes tardes de balonmano, con sufrimiento extremo, épica, entrega al límite y, en bastantes ocasiones, con la victoria como recompensa. Solo se echó en falta algo más de implicación desde unas gradas más frías de lo habitual, pero ayer el Frigoríficos del Morrazo puso todos los ingredientes sobre la mesa para sumar sus dos primeros puntos de la temporada. Los dos últimos años, los mejores de la entidad, ya son historia, y los partidos a vida o muerte en la lucha por la permanencia han regresado.

El cambio de panorama, no obstante, mereció la pena. Lo hizo porque el público cangués vio a un equipo que supo sobreponerse de las dos derrotas anteriores y ofrecer un buen juego en ataque y defensa que le sirvió para doblegar a una de las escuadras a priori más potentes de la Liga Asobal. Eso sí, hubo que esperar a los segundos finales para que un lanzamiento de golpe franco de Nikola Potic -el hombre del partido con diez dianas- decantase el choque del lado local.

Los hombres de Víctor García, "Pillo", necesitaban de un pequeño respaldo anímico para comenzar a desplegar su balonmano, y los primeros minutos fueron decisivos. El 6.0 funcionó, Hermones tocó su primer balón y el ataque encontraba opciones claras de lanzamiento. En un visto y no visto, un 3-0 que alimentaba la moral canguesa. Reaccionó el Anaitasuna con los lanzamientos de Aguirrezabalaga, que le permitieron manejarse en la igualdad (5-5, minuto 14). Pero el Frigoríficos estaba muy fluido en ataque y daba un nuevo tirón (8-5, minuto 16 con tiempo de Apezetxea), que les sirvió para llegar al descanso con una renta de dos goles (14-12).

El inicio del segundo tiempo fue desfavorable para los locales, que encajaron un 1-4 de parcial que ponía a los navarros por delante (15-16). Pillo pedía minuto y el choque comenzó a transcurrir por los caminos de la igualdad. Nadoveza hacía estragos en ataque y el técnico visitante hacía un favor al Cangas al sentarlo. Para entonces Potic había tomado las riendas y, sabiéndose de dulce, explotaba su lanzamiento de distancia. Los dos entrenadores cambiaron entonces sus porterías -entraron Salazar y Nordlander- y el Cangas dio un mínimo estirón (28-26, minuto 52, con tiempo del Anaitasuna). Muratovic ponía el 31-28 y los colegiados pitaban un penalti inexistente que transformó Chocarro (31-29).

Los visitantes arriesgaron entonces con una defensa 4.2 que le permitió reducir aún más la diferencia (31-30, con tiempo de Pillo a falta de poco más de un minuto). El Cangas jugaba bien ese ataque y Cerqueira se quedaba solo en seis metros, pero, con todo a favor, envió el balón alto. Ugarte no perdonó a falta de 33 segundos y puso las tablas. Los locales atacaron y se encontraron con un golpe franco. Y ahí emergió la figura de Nikola Potic, que no dudó un segundo y estrelló el balón en las mallas para regalar al Frigoríficos su primer triunfo.