Con la tensión todavía reflejada en su rostro, el entrenador del Frigoríficos del Morrazo pensaba ya en el siguiente partido de los suyos, el sábado en Valladolid. "Lo que nos dispararía sería ganar en Valladolid. Con ocho puntos tendríamos casi arreglada la primera vuelta", señaló, antes de afirmar que "el equipo volvió a mostrar mucha madurez, cuando estábamos tres goles abajo y jugamos con empuje y una cierta frescura". De todos modos, el preparador del cuadro cangués manifestó que "la diferencia entre ganar y perder es mínima" y que "son los detalles lo que te dan las victorias y provocan las derrotas".

Pillo destacó el papel de la defensa, en especial de las últimas del partido, "que fueron de pasión, de ir a morir en cada balón" y también tuvo palabras para la actuación de Adrián Rosales. "Ha jugado diez minutos espectaculares. No podemos perderlo porque en el brazo del equipo. Ellos estaban cada vez más atrás y ha desatascado con sus lanzamientos", sentencia el preparador.