- Los rivales del play off ya están casi perfilados. ¿Piensa que tienen opciones?

- Salvo hecatombe todo apunta a que Zumaia será el rival de ACT que disputará el play off, y luego los equipos de ARC serían Zierbena y Isuntza. Junto a Cabo de Cruz y nosotros. A Cabo de Cruz le ganamos en todas las regatas menos dos. Creo que estamos un punto por encima de Zierbena, en función de los controles que hemos hecho a lo largo de la temporada con equipos de ACT. Será junto a Isuntza los rivales más duros. Pero tenemos un nivel muy parecido a ellos.

- ¿El plan de entrenamiento será un poco más relajado esta semana?

- Hemos cargado hasta ahora trabajo para poder bajar ahora la carga de entrenamiento antes de la clasificatoria de La Concha y llegar así un poco más frescos. Hoy -por ayer- remamos en el entorno de la sede del club, pero estos días intentaremos remar en Nerga, para buscar un poco el mar abierto y adaptarnos a condiciones similares a las que nos vamos a encontrar en el País Vasco.

- ¿Está orgulloso de regresar a Meira y que el equipo volviese a ganar?

- Sin mimbres no se gana. Volví yo pero lo importante es que haya equipo, sino yo no pinto nada. Sé que hago suficientemente bien mi trabajo, porque ya son muchos años. Aunque me he llevado muchos palos. El problema es que he rivalizado con gente del País Vasco que eran mitos y yo soy un galleguiño que llegó allí y me enfrenté con un mito muy arropado y cuando pasa eso solo te puedes llevar palos. Aparecen los problemas inherentes a la rivalidad. Pero el que sea más objetivo se remitirá a los resultados, y los resultados están ahí.

- ¿Quedó muy escarmentado de la ACT? Porque si todo sale bien el año que viene volverá a esa competición

- La ACT no deja de ser un grupo de clubes con intereses. A veces comunes y otros contrapuestos. Hay gente que tiene mucho poder y condiciona la competición. Los clubes gallegos sufren mucho allí. Se quejan de cuando vienen a Galicia pero nosotros allí tenemos que ir todos los fines de semana. Ellos hacen 1.200 kilómetros y los 12.000 de los gallegos no les duelen.