El Domaio se despidió de la liga con una derrota a domicilio, aunque los jugadores entrenados por Aurelio Estévez ya habían hecho los deberes y sellaron la permanencia la jornada pasada, con más apuros de los deseados en un principio.

Pese a todo, los moañeses no salieron relajados al campo e incluso apostaron por un fútbol de combinación en la medular ante un Erizana muy nervioso, pues debía ganar para alejar los fantasmas de un posible descenso. Eso sí, cada vez que los locales se acercaban a la meta defendida por Jose generaban una ocasión clara de peligro. Los visitantes sí que mostraron cierta falta de tensión competitiva en la parcela defensiva, pues jugaron con la defensa muy adelantada y los balones largos del equipo local solían acabar en ocasiones claras.

Así llegaron los dos primeros goles. En el minuto 28 Miguel culmina una contra y pone el 0-1 en el marcador y, solo siete minutos después, Suso puso tierra de por medio tras marcar el 2-0 en una jugada muy similar.

En la primera mitad el Domaio dispuso de varias ocasiones claras en las botas de Berto, de Carlos, que estrelló el balón en el poste, o de Lino de cabeza. También lograron un gol, que anotó el propio Carlos, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego.

Tras el descanso los visitantes pusieron algo más de intensidad, pero un penalti riguroso acabó con el tercer gol del Erizana. La pena máxima la transformó Suso de nuevo, que estuvo muy activo.

Con 3-0 en el marcador bajó el ritmo del choque y los moañeses trataron de maquillar el resultado, pero Diego no estuvo acertado en sus oportunidades de cara a gol. Así se cerraría la temporada para ambos conjuntos.