Ante la crisis económica, imaginación, aderezada eso sí por la gastronomía. La directiva del Rápido Bahía continúa buscando fórmulas para tratar de solventar la temporada en el apartado económico y saldar las deudas que mantiene con la plantilla de jugadores procedentes de la primera parte de la campaña.

La última de las iniciativas en las que se ha visto envuelto el club de Aldán se celebró ayer, con motivo de una comida de confraternización que tenía como objetivo recaudar fondos para la entidad. La respuesta social fue masiva y alrededor de 150 personas se dieron cita en el gimnasio del campo de fútbol de San Amaro para degustar un menú a base de callos, paella, mejillones y postres, acompañados de bebidas. Incluso no faltó la animación musical, con una charanga que se encargó de prolongar la sobremesa con un improvisado baile al que se entregaron los más valientes.

Los asistentes abonaron un módico precio de 7 euros por el menú servido, que se reducía a 4 euros en el caso de los niños. El éxito de la medida hace que la directiva se plantee repetir la experiencia a corto plazo.