El Embutidos Lalinense sufrió más de lo esperado para derrotar al Rasoeiro en el Lalín Arena. Una mala primera mitad, con muchos lanzamientos fallados y problemas en defensa, dejaron a los rojinegros por debajo en el marcador al paso por vestuarios. Los de Milucho supieron sin embargo reaccionar en la segunda parte. Una mejor intensidad defensiva fue suficiente para dar un paso al frente y terminar llevándose los puntos en juego.

Las cuentas del Embutidos Lalinense no salían cuando enfilaron los vestuarios tras los primeros treinta minutos. El Rasoeiro, un equipo de la zona baja de la clasificación, acababa de meterle quince goles, una media que los catapultaba hasta los treinta, muy por encima de los 25 que encajan por partido los rojinegros. Si el agua entraba en defensa, en ataque los números eran igual de preocupantes. Trece contraataques con lanzamientos fallados de 23 eran demasiados para un equipo que vive de eso.

Los rojinegros reaccionaron sin embargo a tiempo. Una mejoría en el plano defensivo -en la segunda parte el Rasoeiro se quedó el once goles- y un mejor criterio a la hora de los lanzamientos para superar a un acertado Noya fueron suficiente para derrotar a un rival que no bajó lo brazos hasta el pitido final.

Tras el encuentro, Milucho reconoció que su equipo había jugado uno de los peores partidos de la temporada y que lo mejor que sacaron de este encuentro fue el resultado. "Las cosas no nos salieron bien. Este equipo quiere ganar y siempre intenta hacer las cosas bien pero a veces no salen y hoy fue un día de esos", manifestó el entrenador de los rojinegros.