- Marca usted un punto y aparte en el baloncesto estradense en los años 80.

- Sin duda. Hay un antes y un después. Coincide un cúmulo de afortunadas circunstancias que hacen que el baloncesto despegue. Pasa en toda España pero aquí coinciden dos cosas. Por un lado hay unas instalaciones donde se puede jugar, algo que no había antes. En los ochenta se inaugura el actual Coto Ferreiro y la pista paralela descubierta. Justo confluye, con que, por azares del destino, llegan a A Estrada Alfredo Pérez, Enrique Bangueses, Manolo Juárez y Ramón Sánchez. Aquí había un germen pero faltaban los fundamentos para crear un club. Ellos conocían esos fundamentos y trabaron amistad con gente de A Estrada a los que quisieron enseñar. Sin ellos seguro que habría baloncesto en A Estrada pero su llegada fue fundamental para iniciar algo que ya no tuvo vuelta atrás. A partir de ese momento siempre hubo equipo de baloncesto en A Estrada.

- A partir de ahí, la historia del baloncesto estradense se convierte en una sucesión de personas importantes para su consolidación, gente que tuvo en muchos casos que tirar de este deporte.

- Para mí el artículo tiene dos vertientes. Una de ellas es la de la información, que es muy interesante porque se ve la evolución del equipo parejo al crecimiento del pueblo de A Estrada. Otra es reconocer el trabajo y la participación de mucha gente, que dedicó mucho tiempo a este deporte. Algunas ya no están en A Estrada o ya no pueden dedicarle tiempo a esto pero han sido determinantes en el nacimiento y crecimiento de este club. Cito muchas pero seguro que me quedan otras muchas.

- En su parte final el artículo es también una sucesión de historias y anécdotas.

- Para mí lo más complejo de todo el proceso que ha desembocado en este artículo fue el redactado, lo último. Coger toda esa información que has acumulado durante años y tratar de plasmarlo en un artículo que tuviese la dosis justa de información, datos, personas y anécdotas fue lo más difícil. Quería que fuese asequible para todos y en esa labor la ayuda de Alba y de Mavi fue fundamental. Siempre me admiró cómo cuidan y respetan en Estados Unidos la historia del deporte y de sus equipos. Le dedican mucho tiempo y recursos a la historia vinculada al deporte. Fueron un referente para mí.