El Estudiantes de Lugo cortó ayer la buena racha del EDM Mimela A Estrada en un partido en el que estaban en juego las posiciones de privilegio a final de la temporada regular. Tras cinco victorias consecutivas, los rojillos amenazaban con escalar hasta la tercera posición final, un sueño que se esfumó en un partido de poder a poder disputado a un ritmo muy alto. Pese al encomiable esfuerzo de los estradenses, fueron los visitantes los que siempre mandaron en el marcador, un dominio que se llegó a poner en duda en ataques de rabia aislados que nada pudieron hacer ante la evidencia. El Estudiantes terminó imponiendo su mayor altura, su amplia rotación y su mayor acierto en los tiros libres, una losa que sigue lastrando al Mimela en los momentos más importantes.

Los lucenses abrieron brecha en el marcador desde el inicio. Un parcial de 6-14 en los primeros minutos dejaba la sensación de un Mimela nervioso y poco intenso en defensa. Los rojillos sin embargo reaccionaron y lo hicieron tirando de aquello que los ha situado entre los mejores, una intensidad defensiva muy alta y velocidad en las transiciones. La fórmula permitió remontar pese a que el dominio bajo los aros seguía siendo para los visitantes.

Tras el paso por vestuarios el Estudiantes volvió a abrir una brecha, esta vez de once puntos que volvió a ser neutralizada. Esta tendencia se mantendría durante el resto del partido, con los lucenses logrando pequeñas ventajas, siempre neutralizadas. Los locales sin embargo llegaron a pelear por el triunfo en las últimas jugadas, con un Estudiantes que anotó 13 de sus últimos 15 puntos en tiros libres.

Tras el partido el técnico David González señaló a la diferencia de físico, a sus fallos en lanzamientos cómodos y a la actuación arbitral como algunas de las causas de la derrota. Pese a todo se mostró contento con el trabajo de sus hombres.