El Ribadumia vivió uno de los desenlaces más dolorosos que pueden suceder en un partido de fútbol. El castigo de ver como se te escapan tres puntos en el tiempo de descuento dejó deshechos los ánimos de un equipo aurinegro que vio como el Cerceda se llevó en un suspiro lo que ya parecía estar en el casillero local. Todo ello en un descuento interminable de casi ocho minutos en el que los coruñeses tuvieron tiempo a hacer dos goles y ver como se le anulaba un tercero a un Uxío que fue el artífice del vuelco en el marcador.

Desatados fueron los primeros 45 minutos en A Senra. En ello tuvo mucho que ver la decidida apuesta de los coruñeses en poner cerco a la portería local. Fue un ataque a tumba abierta que derivó en numerosas y claras oportunidades de abrir el marcador, todas ellas sin éxito.

La batería de ocasiones arrancó con un remate de Álex Ares a centro de Cañi que se fue rozando el palo. Entre medias el Ribadumia dispuso de un disparo de Camiño desde la frontal que se fue por encima del larguero tras una buena jugada de Agus. Fue un oasis en medio del asedio al que el Cerceda tenía sometido al Ribadumia y que se intensificó a continuación.

El estilista Carlos se sumó a las amenazas para la defensa local y lo hizo con un primer intento desde el vértice del área grande que se marchó rozando el poste tras tocar en un defensor. El córner consiguiente dio origen a una volea de Cañi que no encontró la buena dirección por muy poco.

No terminaban los de David Sierra de reponerse a un susto cuando ya tenían que afanarse nuevamente para achicar todas las vías de agua. No se había cumplido aún el primer cuarto de hora cuando una contra guiada por Uxío derivó en un pase a la llegada de Cañi cuyo disparo a bocajarro obligó a Manu Táboas a salvar a su equipo con una gran intervención. Incluso el rechace quedó a pies de Álex Ares que no acertó a hacer el tanto. Solo un minuto había transcurrido del último lamento de los de Ángel Cuéllar cuando Carlos mando un extraordinario zurdazo que hizo retumbar el poste derecho de la portería aurinegra.

No desfallecieron los visitantes en un monólogo indiscutible. Un posible penalti sobre Javi Otero y un posterior centro envenenado de Ares al que Uxío llegó muy forzado a rematar en boca de gol completaron la intensa ráfaga de intentonas para el 0-1. Sin embargo, en su primer disparo entre los tres palos, el Ribadumia hizo el 1-0 con una extraordinaria volea de Fran Fandiño a la media vuelta desde la frontal del área que se coló por la escuadra izquierda de la portería de Marcos Valín. Incluso Gabi poco después pudo ampliar la diferencia pero su disparo no encontró puerta tras una mala salida del portero visitante.

Tras el shock del gol, los de un desesperado Ángel Cuéllar se rehicieron. Cañi avisó primero antes de la acción individual de Álex Ares que enganchó un disparo muy ajustado a la cepa del poste para hacer el 1-1 desde la media luna.

Ni el descanso dio lugar a la tregua porque nada más reanudarse el juego, un claro penalti sobre Agus fue transformado por Camiño en el 2-1. El nuevo escenario obligó al Ribadumia a replegar líneas. Sierra buscó protagonistas adecuados y dio entrada a Anxo y Ánder para sentenciar en las contras y lo cierto es que dispusieron de varias para hacerlo, sobre todo una en la que Agus no acertó a finalizar una magnífica asistencia de Ánder.

El incesante Cerceda no desfallecía en su fe. Uzal dispuso pronto de un mano a mano que Táboas volvió a solventar con éxito. A continuación el banquillo visitante pidió un penalti sobre Cañi no señalado y la relación de oportunidades tuvo continuidad con un Álex Ares cuyo disparo obligó a lucirse al portero local.

Pese a la insistencia de los coruñeses se entró en el minuto 90 con triunfo local, pero los acontecimientos se precipitaron de manera incontrolada. En el minuto 94 Manu Táboas salió a despejar un balón colgado al área en el que sufrió una clara falta -el impacto en su rostro incluso le hizo sangrar-, pero tras varios rechaces el balón llegó a pies de Uxío que marcó a bocajarro. Solo un minuto después el árbitro le anuló el 2-3 al mismo protagonista por fuera de juego, pero lo peor para los locales aún estaba por llegar.

Ya en el minuto 96, Uxío recogió en el segundo palo un centro de Cañi para marcar el 2-3 que desató la euforia del Cerceda y encendió a la afición local en contra del trío arbitral por haber añadido más de los cinco minutos anunciados.

Al término del encuentro se produjo una trifulca en la grada entre aficionados del Ribadumia y un seguidor del Cerceda debido a que éste grabó con su móvil la salida del árbitro del campo. La tangana requirió de la presencia de la Guardia Civil, si bien ya se había resuelto el lamentable incidente.