Las tres primeras jornadas en LEB Plata se han saldado para el Xuven con un balance de un triunfo y dos derrotas. Los de Miguel Ángel Hoyo han sido capaces de superar en el primer encuentro al Brico Depot Ciudad de Valladolid para luego caer ante el Granada y el Aceitunas Fragata Morón. Pero detrás de los números propios de los resultados existe un déficit que marcan las estadísticas en uno de los aspectos más fundamentales del juego como es el rebote.
Que el conjunto de Miguel Ángel Hoyo sea el que más anota (94,7 de promedio), pero también el que más encaja de la categoría (92,3), son aspectos que inciden directamente en una disminución de los rebotes que se producen en cada encuentro. Una realidad que tiene su reflejo directo en los 30 rebotes exactos de media que los cambadeses capturan. Se trata de una cifra bastante baja, hasta el punto de que en toda la liga solo el Araberri muestra un rendimiento menor en este apartado.
En el análisis de cada uno de los tres encuentros jugados, el problema a la hora de dominar los tableros vuelve a aflorar puesto que el Xuven también perdió claramente esa batalla, especialmente en el caso de las dos derrotas y ambas por márgenes muy estrechos. Ante el Brico Depot Valladolid, los cambadeses capturaron solo seis rebotes menos que su rival (22 por 28). Sin embargo, la desventaja en la cancha del Granada ya subió hasta los 21 rechaces. Incluso los actuales líderes dispusieron de 19 rebotes ofensivos más en ese partido para terminar ganando por solo dos puntos de diferencia.
Incluso el pasado sábado ante el Aceitunas Fragata Morón, partido resuelto por solo cuatro puntos (77-81), el Xuven volvió a mostrar una debilidad muy grande en la faceta reboteadora, especialmente en la primera parte. La mejoría de los de Miguel Ángel Hoyo en la segunda parte se vio reforzada por el equilibrio en esta materia.
