Hay partidos en los que las cosas no salen bien, pero aún así, el resultado acaba maquillando las deficiencias ofrecidas en el terreno de juego. Algo así le pasó ayer al Arosa que, pese a perder sus señas de identidad en muchos momentos del encuentro, consiguió remontar un resultado adverso a base de corazón y a la calidad de uno de sus hombres de arriba, Quique Cubas. Los arlequinados sufrieron mucho ante un equipo como el Bertamiráns, que simplemente se mostró bien posicionado en el campo -sobre todo en la primera mitad- pero que adoleció de finalización para rematar a un equipo local sumido en constantes errores e indecisiones a la hora de mover el balón, sobre todo en el centro del campo. A ello hay que añadir que el Arosa mostró unos titubeos defensivos impropios en el equipo de José Luis Uhía "Piscis".

El colista de la Tercera División arrancó mejor que los locales, haciéndose con el control del esférico y del juego, llegando a poner a prueba a Jorge Pérez en más de una ocasión, mientras su equipo hacía aguas, especialmente por las bandas. Los constantes errores del Arosa a la hora de sacar el balón llevaron un extraño run-run a las gradas desde donde no se veía nada clara la situación. Más negro se convirtió el horizonte en una internada de Alfonso, cuyo disparo rechazó Nano con las manos dentro del área en el minuto 28. El árbitro lo vio muy claro y señaló el punto de penalti, pero bajo los palos se encontraba Jorge Pérez, que consiguió repeler de manera espectacular el ajustado disparo de Saro.

Piscis en el banquillo veía la impotencia de su equipo a la hora de dominar el balón y crear peligro, por eso en el minuto 32 decidió sacrificar a Nano y dar entrada a Javi Pazos, variando tácticamente el sistema para buscar la reacción. Aunque sin brillo, el cambio mejoró al Arosa que dispuso de dos jugadas para desequilibrar el marcador. La primera de ellas fue un disparo seco de Javi Pazos desde la frontal del área que despejó de manera espectacular Jose a córner, mientras la segunda fue un penalti de Bruno que le sacó con la mano el balón a Quique Cubas cuando se disponía a engatillar.

El capitán del Arosa, Adrián Camiño, no acostumbra a desaprovechar ese tipo de regalos, pero ayer la ejecución de la pena máxima fue pésima y el portero adivinó perfectamente a donde iba dirigido el balón.

El Arosa quiso reencontrarse a si mismo en el inicio de la segunda mitad. El equipo comenzó presionando arriba con mucho dinamismo en sus jugadores, lo que estuvo a punto de permitirles abrir el marcador, pero Javi Pazos mandó fuera el balón de manera incomprensible cuando lo único que tenía que hacer era empujarla.

El fallo dejó un tanto descolocados a los locales, algo que pagaría muy caro en el minuto 58, cuando Adán se aprovechaba de una indecisión de toda la defensa arosista, incapaz de despejar un balón que se paseó por todo el área, para fusilar a Jorge Pérez en el segundo palo. Piscis volvió a variar el esquema y el Arosa se lanzó al ataque de manera alocada en una serie de acciones en las que solo Quique Cubas y los pases de Camiño tenían algo de sentido. Con más corazón que cabeza, las oportunidades comenzaron a llegar, pero una y otra vez, el Arosa se encontraba con Jose, que llegó a sacar un balón a Rivas con el pie cuando ya estaba vencido. El encuentro estaba para que el Bertamiráns lo rematase, pero el colista tiene un grave problema a la hora de crear ocasiones de gol, algo que no ocurre en la casa arlequinada, donde Quique Cubas, aprovechó un rechace para iniciar una galopada que lo dejó solo ante el portero, al que dribló, para enviar el balón a las mallas. Al Bertamiráns no le dio tiempo ni a asimilar el empate, porque tan solo dos minutos después, un balón de Camiño en profundidad para la galopada de Quique Cubas, permitió a este dar un pase de la muerte a Javi Pazos que, en esta ocasión, el delantero pontevedrés no desaprovechó.

El golpe fue demasiado para un Bertamiráns que adolece de poder ofensivo, y permitió al Arosa mejorar la imagen que hasta el momento había dado. El equipo arlequinado incluso tuvo varias opciones de anotar un tercer gol, casi todas ellas a pies de Quique Cubas, que en la segunda parte creó una bonita sociedad con Camiño y Pazos.

Al final, los tres puntos le permiten a los arlequinados encaramarse a las primeras posiciones de la tabla clasificatoria, mientras el Bertamiráns se hunde un poco más.