Fútbol

Un árbitro es agredido durante un partido en el Baltasar Pujales

El Rápido de Bouzas B-Coya de Tercera Autonómica fue suspendido en el minuto 73 después de que un jugador del equipo local abofetease al colegiado tras ser expulsado

Imagen del Baltasar Pujales, escenario del incidente.

Imagen del Baltasar Pujales, escenario del incidente. / Ricardo Grobas

Redacción

Nuevo episodio desagradable en el fútbol local a cuenta de la agresión a un árbitro. El partido Rápido de Bouzas B-Coya, correspondiente a la jornada 26 de Tercera Autonómica y disputado el domingo en el Baltasar Pujales, tuvo que ser suspendido en el minuto 73 de partido después de que el árbitro fuese agredido por un integrante del equipo local después de ser expulsado.

Pablo González Rodríguez, joven árbitro adscrito al colegio vigués y que habitualmente dirige encuentros de Primera Autonómica y es uno de los aspirantes a subir a Preferente, explica en el acta que uno de los futbolistas del equipo de Bouzas –después de ser expulsado por dirigirse hacia él “en actitud agresiva y exaltada”– le propinó una bofetada en la mejilla izquierda, motivo por el que suspendió de forma inmediata el partido.

Trasladado al hospital

Después de llamar a las fuerzas de seguridad, que se personaron en el campo de Bouzas a los pocos minutos, y tras comprobar que el árbitro sufría un ligero mareo como consecuencia de la agresión Pablo González fue trasladado al Hospital Álvaro Cunqueiro donde fue sometido a diferentes pruebas sin que se apreciera que sufría males de mayor consecuencia.

En el momento de la suspensión el partido marchaba con empate a cero y estaba siendo un partido, según sus protagonistas, tranquilo dentro de la lógica rivalidad que hay entre dos equipos de Vigo.

Sin entrenador

Se da la circunstancia de que el Rápido de Bouzas B estaba jugando ese partido sin entrenador ya que es uno de los equipos de la entidad afectados por la dimisión en bloque de los cuerpos técnicos de fútbol 11 como consecuencia de sus diferencias con la directiva del conjunto aurinegro. Y como delegado estaba ejerciendo un futbolista de la plantilla que no estaba inscrito por encontrarse lesionado, algo a lo que les faculta el reglamento. En el supuesto de que nadie hiciese de delegado el partido no se podría disputar.

El club de Bouzas emitió este lunes un comunicado a través de sus cuentas de redes sociales en el que lamenta lo sucedido y el comportamiento de su futbolista.

“Lamentamos profundamente la agresión que un colegiado ha sufrido por parte de uno de nuestros jugadores del filial. La Junta Directiva condena los hechos y esta semana el Comité de Disciplina Interna valorará los mismos y tomará las medidas oportunas para intentar que no vuelvan a producirse este tipo de comportamientos. Queremos transmitir nuestra solidaridad con el colegiado agredido y por ende con todo el colectivo arbitral”, reza la nota difundida por la entidad de Bouzas.

Ahora queda en manos de Competición de la Federación Gallega el castigo que recibirá el futbolista de cuadro filial del Rápido de Bouzas.