El keniano Geoffrey Kamworor aprovechó la pájara espectacular que sufrió el ugandés Joshua Cheptegei para ejecutarlo en el último kilómetro y revalidar su título de campeón mundial de cross, algo que nadie había hecho desde 2006.

La imagen de Cheptegei hundido física y moralmente, con el cuerpo rígido, adelantado por un rosario de corredores pero empeñado en llegar a la meta, puso un remate dramático a los Mundiales de Kampala, que coronaron como campeona a la keniana Irene Cheptai.

Kamworor venció con un tiempo de 28:24, seguido de su compatriota Leonard Barsoton (28:36) y del etíope Abadi Hadis (28:43).

Exactamente un año después de proclamarse campeón mundial de medio maratón, Kamworor aspiraba a ser el primero que revalidaba título desde Kenenisa Bekele, campeón entre 2002 y 2006, pero desde entonces no había vuelto a ganar. En la final olímpica de 10.000 sólo fue undécimo y en los campeonatos nacionales de cross, tercero.

Plantando cara a kenianos y etíopes, Cheptegei concentraba las esperanzas de los aficionados ugandeses y, animado por los gritos de ánimo, pegó un fuerte tirón a mitad de recorrido, arrastrando consigo a Kamworor. Pero midió mal sus fuerzas.

Campeón mundial júnior de 10.000 en 2014 y sexto en la última final olímpica, Cheptegei marcó un ritmo que asfixió a Kamworor y, arropado por una masa entusiasmada, voló en busca de la victoria hasta que súbitamente le abandonaron las fuerzas.

En mujeres, nueve años después de ser subcampeona mundial júnior de cross, Irene Cheptai consiguió el título sénior y dio a Kenia su sexta medalla de oro consecutiva tras cubrir los 10 km en 31:57 minutos seguida de cinco compatriotas suyas en una exhibición de superioridad sin precedentes.

Alice Nawowuna, que cruzó la meta cuatro segundos después, y Lilian Rengetuk, que marcó un crono de 32:11, completaron el podio exclusivo keniano, mientras que la campeona española, Trihas Gebre, llegó en el puesto 19.