El Celta ha dado una nueva lección. Su descaro, su fe y su valentía le han permitido tumbar a un coloso como el Real Madrid, un equipo que llegaba a la eliminatoria sin apenas heridas. Solo una derrota en 41 partidos oficiales y con la Champions League, la Supercopa de Europa y el Mundialito bajo el brazo. La pasada semana el equipo de Berizzo presentó sus credenciales. Asaltó el Bernabéu como un grande. Sólido atrás y letal arriba. En Balaídos, ante miles y miles de gargantas que querían vivir una noche mágica, resistió el envite. Supo sobrevivir al empuje blanco y acabó arañando un empate que le permite mantener intacto su sueño de levantar a final de temporada la Copa del Rey.

La hazaña, como todas, no fue sencilla. No bastó con la valentía y el descaro habituales, sino que hubo que gestarla desde el esfuerzo y el sufrimiento. El Celta supo resistir a un Real Madrid que jamás bajó los brazos. Berizzo salió con todo. Puso como punta a Guidetti y reubicó a Wass en la medular con respecto al choque del Bernabéu. Zidane arriesgó con una zaga en la que Casemiro actuó como central y decidió poblar el centro del campo con Kovacic, Kroos, Isco y Asensio. Los blancos tuvieron la posesión, pero no encontraban con claridad la llave que abría la muralla celeste.

El equipo vigués se mostraba como en el asalto al coliseo blanco de hace siete días. Sabía resistir. Sergio Álvarez evitaba el primer tanto del Real Madrid. Sacaba una mano espectacular a un cabezazo de Ronaldo. El rechace regresaba a las botas del "Balón de Oro", que, con el arousano ya batido, enviaba el esférico nuevamente a la madera. Esa ocasión despertó al Celta. Empezó a llegar con más claridad ante Kiko Casilla, aunque los vigueses se mostraban demasiado verticales, algo revolucionados, en los metros finales. La jugada determinante llegó al filo del descanso. Los de Berizzo propinaban un golpe psicológico a los blancos. Casilla evitaba el tanto de Guidetti, pero el esférico rebotó en Danilo y se posaba en el fondo de la portería. Eran los prolegómenos de una noche mágica. Sufrida, sí, pero que ya forma parte de la historia de este club.

El Real Madrid siguió buscando la remontada tras la reanudación. La eliminatoria cambiaba poco para sus intereses. Seguía necesitando dos tantos para cobrar vida, aunque en esta ocasión para forzar la prórroga. Ese era el precio del éxito, de mantener intacto su sueño de alcanzar el triplete. Cristiano Ronaldo dio vida anotando un lanzamiento de falta. Marca de la casa. El equipo vigués siguió luchando, sufriendo, defendiendo juntos en campo propio para intentar asestar el golpe brutal. Como Ali contra Foreman en aquel combate del Congo. El Celta, que como Ali tampoco era el favorito, asestó el noqueo casi definitivo a los cinco minutos del tiempo reglamentario. Lo propinaba Daniel Wass, posiblemente el hombre que ha protagonizado el desequilibro táctico en la eliminatoria.

Zidane puso todo su arsenal sobre el tapete de Balaídos. Morata ya estaba en el terreno de juego. Entraban Mariano y Lucas Vázquez. El Real Madrid lograba meterse de nuevo en la eliminatoria gracias a un gol del gallego en una acción a balón parado. Solo quedaba el descuento. Cuatro minutos. Esa era la distancia entre la gesta de tumbar al coloso o de despertarse del sueño copero. Apenas hubo opciones para los visitantes. El Celta supo jugar a la perfección el añadido. Supo sufrir y supo construir una hazaña que dispara sus opciones en este torneo y la ilusión de su gente de cara a conquistarlo a final del curso. ¿Quién no sueña con el título tras apear al Real Madrid?

Ficha técnica:

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Marcelo Díaz, Wass (Sergi Gómez, 88´); Aspas (Fontás, 93´), Bongonda y Guidetti (Jozabed, 83´).

Real Madrid: Kiko Casilla; Danilo, Ramos, Casemiro (Mariano, 89´), Nacho; Kovacic, Kroos, Isco (Morata, 79´), Marco Asensio (Lucas Vázquez, 75´); Cristiano Ronaldo y Benzema.

Goles: 1-0: Danilo (propia puerta) (44´); 1-1: Cristiano Ronaldo (61´); 2-1: Wass (85´); 2-2: Lucas Vázquez (90´).

Árbitro. Sánchez Martínez (comité murciano). Mostró tarjeta amarilla por parte del Celta a Hugo Mallo, Jonny y Wass mientras que por parte del Real Madrid vio cartulina amarilla Danilo