Cuando se decía que en España estaba la mejor liga del mundo, en parte se debía a que en ella trabajaban también los mejores entrenadores; técnicos que consiguieron que triunfase el balonmano con defensa 6.0, como el que practicaron los campeones europeos Bidasoa, Teka y Barcelona, o Granollers, Atlético de Madrid y Ademar. Fueron los apóstoles del contraataque y la transición rápida, leyendas como Juantxo Villarreal, Valero Rivera y Juan de Dios Román. Ya estaban allí Manolo Cadenas o Jordi Ribera con su Gáldar. Y Juan Carlos Pastor, con su defensa de disuasión. Ellos consiguieron que todo el mundo del balonmano mirara hacia España. Fue cuando empezaron a llegar los mejores jugadores, cuando solo se podía jugar con dos extranjeros, luego con tres. Y ahora empieza un Mundial en el que la cuarta parte de los banquillos están dirigidos por españoles: Jordi Ribera en España, Valero en Qatar, Javier Sabaté en Hungría y técnicos que jugaron en los equipos españoles de esa época gloriosa, Talant Dujshebaev en Polonia, Antonio Carlos Ortega con Japón y Mateo Garralda con Chile. E incluso podría haber estado Manolo Cadenas con Baréin, pero rechazó la oferta.

Empieza un Mundial larguísimo, no por el tiempo -hasta el 29 de este mes-, sino por la cantidad de partidos que cada selección afronta: uno cada dos días e incluso uno cada día. España se enfrentará a Macedonia y Eslovenia en el plazo de 24 horas. Son cuatro grupos, los primeros cuatro de cada grupo disputarán los octavos de final (¿quién ira a ver a los equipos restantes jugando de los puestos 17 al 24?). Seguro que Jordi Ribera controlará mucho el reparto de minutos en la primera fase.

España, con dos oros mundiales, cuatro platas europeas, tres bronces olímpicos, dos bronces europeos y un bronce mundialista, tiene que ser sí o sí favorita. No ha fallado en su presencia y nivel en los grandes torneos a excepción de la última Olimpiada y aún nos preguntamos cómo no estuvimos en ella. Su objetivo es llegar a semifinales y partir de ahí, como siempre, ya dependerá de muchos factores. Eslovenia, Macedona, Islandia, Túnez y Angola serán los rivales iniciales. Habrá enfados, partidos flojos, etcétera, pero confío en que la selección los sacará todos adelante. Ribera ha incluido caras nuevas en la plantilla, pero serán los Cañellas, Entrerríos, Aginagalde y Morros los que tengan que tirar del carro. ¿Cómo estará nuestra portería? Es una de las claves.

Los otros favoritos son también habituales: Alemania, Dinamarca y Croacia, sin olvidarnos de Suecia e Islandia. Y sobre todo, la anfitriona Francia. Increíble ver los Campos Elíseos con las luces del equipo nacional y la cara de sus jugadores. Es en resumen el Mundial 2017. Ya están preparando Alemania y Dinamarca el de 2019. A disfrutar.