El sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones no fue benévolo para el Barcelona, que se volverá a enfrentar al París Saint Germain, la joya que esperaba Luis Enrique, mientras que el Atlético, el Sevilla y el Real Madrid se verán las caras ante equipos más accesibles como el Bayer Leverkusen, el Leicester y el Nápoles, respectivamente.

Hace días, el técnico del conjunto azulgrana ironizó sobre las posibilidades que tenía su equipo de jugar ante uno de los equipos importantes de la competición. Mirando por el retrovisor, recordó anteriores ediciones en las que el Barcelona tuvo que superar rondas ante clubes fuertes. Y, con ironía, predijo que, de nuevo, el sorteo no iba a ser afortunado para el Barcelona.

Ahora Luis Enrique ya tiene su joyita. Es el París Saint Germain, un viejo conocido de años cercanos para el Barcelona y con un entrenador, Unai Emery, que conoce a la perfección la Liga española. El cuadro blaugrana tendrá que superar a un rival que, aunque no enamora en Francia, tiene una plantilla con jugadores temibles.

Los precedentes ayudarán al Barcelona. En cuartos de la temporada pasada y en los del curso 2012/13, eliminó al París Saint Germain; además, en 1997 ganó la Recopa tras vencer 1-0 en la final al equipo francés con un gol de penalti marcado por el brasileño Ronaldo Nazario; por contra, su única mancha llegó con la eliminación ante los parisino en cuartos de la Copa de Europa que se disputó en el curso 1994/1995.

El Real Madrid tuvo algo más de suerte, aunque su eliminatoria no será ningún camino de rosas. El Nápoles, su rival, es, junto al Juventus, uno de los mejores equipos de Italia. Aunque marcha cuarto en Liga, por detrás del club turinés y del Roma y el Milán, poco a poco se ha ido recuperando de un inicio errático de curso y en febrero puede ser muy peligroso.

Los hombres de Zidane se encontrarán con viejos conocidos como José Callejón, Raúl Albiol o el portero Pepe Reina, pero también con nombres peligrosos como el eslovaco Marek Hamsik, Lorenzo Insigne, el belga Dries Mertens, Manolo Gabbiadini y el polaco Milik Arkadiusz, actualmente lesionado en una rodilla.

En la memoria queda un único precedente lejano en el tiempo. Hace casi 30 años, en 1987, el Real Madrid y el Nápoles de Diego Maradona vivieron eliminatoria igualada que se decantó del lado blanco tras ganar 2-0 en la ida y empatar 1-1 en la vuelta.

Más suerte tuvo el Atlético de Madrid. A priori, ante el Bayer Leverkusen, es el favorito para alcanzar los cuartos de final. El equipo de Simeone, después de una fase de grupos casi impecable en la que sólo tropezó al final en el Allianz Arena ante el Bayern Múnich, debería pasar de ronda para estar con los ocho mejores.

El Leverkusen no atraviesa un buen momento en la Bundesliga. Es octavo, lejos de la cabeza y es un equipo muy irregular este año. Sus jugadores son clase media, sin grandes nombres pero casi todos con calidad contrastadas. Javier "Chicharito" Hernández, Stefan Kiessling, Hakan Caalhanoglu y Omer Toprak suben la calidad de los alemanes, que, aunque no son favoritos, siempre pueden dar la sorpresa.

Uno de los clubes que muchos querían, el Leicester, fue para el Sevilla. El vigente campeón de la Premier League no es el del año pasado aunque ha mantenido a casi todas sus figuras. De los importantes, sólo se marchó al Chelsea el francés N'Golo Kanté. El resto, con Jamie Vardy y Riyad Mahrez a la cabeza, siguen en la plantilla.

Sin embargo, este curso el Leicester no acaba de arrancar y mira con cercanía los puestos de descenso, solo a cuatro puntos de distancia, mientras que los europeos los tiene a 11. Aún así, es capaz de ganar 4-2 al City, como hizo el pasado fin de semana, y en cualquier momento puede volver el equipo campeón del año pasado. El Sevilla deberá tener cuidado.

En Italia y en Portugal se vivirán el reencuentro de dos viejos conocidos como Gianluigi Buffon e Iker Casillas. El portero del Juventus y del Oporto, respectivamente, amigos desde hace mucho tiempo, tendrán la oportunidad de revivir un duelo que fue mítico cuando se enfrentaron con sus respectivas selecciones y en la época en la que Casillas jugó en el Real Madrid.

Será otra eliminatoria atractiva, casi tanto como el Bayern Múnich-Arsenal. Ruud Gullit, el encargado de sacar las bolas de los bombos, emparejó al equipo de Carlo Ancelotti con el de Arsene Wenger. El Manchester City de Pep Guardiola se jugará los cuartos con el Mónaco. Los ingleses tienen un equipazo, pero, de momento, el entrenador español no está consiguiendo moldear del todo un proyecto repleto de grandes jugadores. Cierran la eliminatoria de octavos el Benfica-Borussia Dortmund. Tal vez sea la más desigualada de todas.