La selección española femenina, vigente subcampeona continental, comprometió su continuidad en el Europeo de Suecia tras caer ante Serbia, en un encuentro en el que por encima del resultado, lo peor para el equipo español fue la lesión de Marta Mangué.

Un mazazo, que pese a dejar 'sonado' al conjunto español durante muchos minutos, no hundió definitivamente a las "guerreras", que con todo perdido y abocadas a una más que previsible goleada, protagonizaron en la segunda mitad una emocionante reacción, que hizo soñar, incluso, con la remontada.

Pero la falta de acierto en el lanzamiento español, que facilitó enormemente el trabajo a la portera serbia Marija Colic, condenó definitivamente a España a una derrota (23-25), que obliga a las de Jorge Dueñas a ganar mañana (18:30) a Eslovenia si quiere seguir en la competición.

Para ello, la selección española deberá mejorar notablemente la imagen mostrada ante Serbia en un primer tiempo en el que las "guerreras" sumaron a su endeblez defensiva una falta de acierto en el lanzamiento.

Los problemas se agravaron con la lesión de la capitana Marta Mangué, que tuvo que abandonar la pista cojeando y ayudada por el médico de la selección a los veinte minutos, tras dañarse la rodilla derecha por un inoportuno resbalón.

Una circunstancia que no desaprovechó Serbia, que a diferencia de España sí supo mezclar perfectamente el juego de la primera línea con la irrupción de los extremos, para marcharse al descanso con una renta de tres goles (8-11).