El Celta se presentó ayer ante el Valencia con tres novedades en su retaguardia. Rubén Blanco, David Costas y Andreu Fontás realizaron una actuación aceptable en su debut en LaLiga 16/17. Berizzo recupera náufragos para afrontar una larga y dura travesía. Además, el sueco John Guidetti respondió con el gol de la victoria a una nueva muestra de confianza de su técnico. Ahora, solamente falta que Rossi adquiera el protagonismo que le corresponde en el equipo celeste por calidad técnica.

Berizzo ha conseguido de nuevo que su equipo hiciese de la necesidad, virtud. Los célticos se presentaban ante el Valencia con bajas importantes: Orellana, Mallo, Cabral y Sergi. La defensa titular se quedaba sin tres efectivos y el ataque perdía su referencia principal por el costado derecho. Además, el escaso descanso tras el partido de Amsterdam reducía aún más las opciones de presentar un once de garantías ante un rival que el curso pasado le infligió al Celta la mayor goleada del año en Balaídos.

El plan de cambios en el once incluyó al portero. Rubén Blanco había realizado una buena actuación ante el Ajax y reclamaba minutos en LaLiga. El guardameta de Mos se lució ayer en un par de intervenciones, en especial en un remate de Nani que buscaba la escuadra. Aparte de algunos problemas con el balón en los pies, Rubén Blanco tuvo una actuación aceptable ayer y gana enteros para desbancar a Sergio Álvarez de la titularidad en LaLiga. Berizzo, sin embargo, insiste en que seguirá adelante con su plan de rotaciones, incluso en la portería.

El técnico salió satisfecho del partido que realizó David Costas, una joven promesa que necesita confianza y continuidad. No la ha tenido tras su aparición en la élite de la mano de Luis Enrique Martínez. Ayer, el futbolista de Chapela volvió a jugar en Balaídos, donde no lo hacía desde mayo de 2015, frente al Sevilla. El curso siguiente se marchó cedido al Mallorca y de nuevo en Vigo solo había jugado en Lieja en lo que va de curso.

Notó los nervios ayer el canterano en su arranque, pero dio muestras de que ha ganado madurez tras superar el mazazo del penalti, sobre Rodrigo, que supuso el gol del Valencia. Se repuso e intervino en el gol de Roncaglia, al que le entregó el balón para que el argentino se inventase una jugada personal digna de un delantero. Mejoró Costas en la segunda mitad y completó una actuación que Berizzo se encargó de destacar en la rueda de prensa.

El otro central ayer del Celta fue Andreu Fontás, que también disputaba sus primeros minutos en esta Liga. El catalán regresaba a Balaídos en la competición doméstica ante el mismo rival con el que disputó su último partido en casa el curso pasado. Después se lesionaría de gravedad en el derbi gallego en Riazor. Casi un año le ha costado recuperarse de la lesión en el tendón de Aquiles. Tres actuaciones en la Europa League era su bagaje hasta ahora. El jueves jugó el partido completo en Amsterdam. La baja inesperada de Cabral y la sanción de Sergi Gómez llevó a Berizzo a confiar en el catalán para frenar al Valencia. Le falta ritmo de competición a Fontás, con el que el Celta mejora en la salida del balón y en el juego aéreo. Ayer, el Valencia solo pudo marcar de penalti. Parte del mérito es de Fontás, que ya ha alcanzado el nivel mínimo para la alta competición.

Y el cuarto de esos náufragos era Guidetti, que apenas sumaba 160 minutos en Liga. Su última titularidad fue en Pamplona. Ayer agradeció con un gol la confianza que le otorgó Berizzo.