La bronca de la afición local al árbitro Alberto Undiano Mallenco, las críticas del club valenciano en las redes sociales y el lanzamiento de una botella a los jugadores visitantes restaron protagonismo a los pitos a Paco Alcácer, que regresaba por primera vez al que había sido su estadio.

El delantero del Barcelona fue recibido con cánticos en su contra tanto cuando bajó del autobús como cuando salió del vestuario para sentarse en el banquillo antes del inicio del encuentro. "Alcácer, canalla, fuera de Mestalla" y "Alcácer come pipas" fueron algunos de los gritos proferidos, especialmente desde la Grada Joven.

Sin embargo, tras la jugada de la lesión de Iniesta y los reproches de Luis Enrique a Enzo Pérez, la grada centró sus protestas en el colegiado. La cuenta oficial de Twitter del Valencia remitió varias críticas a sus más de 800.000 seguidores, resumidas en una última frase al descanso: "Ha habido un penalti no pitado, un gol ilegal y una expulsión perdonada. Pero vamos a seguir luchando".

Al final, la claridad del penalti de Abdennour sobre Luis Suárez hizo que entonces no hubiera apenas protestas. Sin embargo, tras marcar Messi la pena máxima, los jugadores del Barcelona lo celebraron cerca de la Grada Joven, se encararon con los aficionados y cayeron algunos objetos. Uno de ellos fue una botella que no se supo bien a quién impactó pues fueron varios los jugadores del Barcelona que cayeron al suelo, entre ellos Neymar. La tensión se multiplicó pese a que Undiano Mallenco señaló el final casi inmediatamente después y hubo varios amagos de pelea entre Enzo Pérez y algunos jugadores visitantes, que discutieron al menos hasta la puerta del túnel de vestuarios.