María Bernabéu Avomo habla rápido. Como si el tiempo se le escapara. "No tengo ansiedad, sino responsabilidad. He luchado mucho por conseguir el sueño olímpico", aclara. Ese objetivo se concretó en Astaná. Allí logró el subcampeonato del mundo tras perder en la final con Gervise Emane, la francesa. Pero antes había derrotado a la holandesa Kim Polling, campeona de Europa y número uno del ranking mundial. También a la brasileña María Portela, a la que pocas semanas antes había vencido en el Gran Slam de Bakú, otra de las favoritas. Sus pasos hacia la clasificación olímpica fueron seguros y calculados.
"Ya no es un sueño estar en unos Juegos Olímpicos. Es una realidad y no me la voy a perder", dice con autoridad. Llegar en el mejor momento de forma a la cita del 10 de agosto es una prioridad. Allí le esperan cuatro combates y la posible final. Reitera que "voy a seguir la misma rutina que un campeonato normal. Es la mejor filosofía. No hay que obsesionarse". Sobre sus posibilidades de conseguir una medalla insiste en que "eso se verá en el tatami. Yo lo que quiero es disfrutar de la competición, hacer las cosas lo mejor posible y luchar hasta el final. Dar lo mejor". Pero hay claves importantes como "la concentración". La judoka figura actualmente en el séptimo puesto del ranking mundial, lo que la convierte en una de las favoritas en el peso de -70 kilos. Sobre esto, dice que "eso no quiere decir que tenga garantizada una medalla". Y en caso de lograrla ya tiene pensada una dedicatoria: "A todas las personas que me han ayudado a llegar hasta aquí".
María Bernabéu no contempla la posibilidad de renunciar a los Juegos Olímpicos por el virus 'zika' que amenaza a Brasil. "Me subiré al avión y allí estaré. Eso seguro. Nadie me va a quitar la posibilidad de estar. Es mi ilusión y mi sueño. No le tengo miedo al 'zika'", dice con voz firme. Y tampoco comparte la opinión de Pau Gasol sobre los riesgos que pueden existir para los que acudan a Río de Janeiro: "Él ya fue a otros. Pero yo tengo una ilusión especial. No me los voy a perder. Respeto su decisión, pero no la comparto".
La deportista inició hace cinco años su relación con Galicia. Su amistad y la forma de trabajar le animaron a arriesgar y fichar por el Famu De Frutos de Vigo. Una decisión que ha sido clave en su carrera deportiva, según reconoce: "Me han tratado de manera magnífica. Su proyecto me convenció, su forma de trabajar es excelente y además hay una gran unión entre todos en Galicia. No he visto algo similar en otros lugares".
Carlos Montero, su entrenador, está pendiente de ella en todo momento. Y lo demuestra con su dedicación. La acompaña todos los años al International Pacific University de Okayama, en Japón, a la cuna del judo. Allí suelen trabajar los dos durante al menos un mes y medio para aprender, mejorar y disfrutar también. "Es un lugar increíblle. Allí el judo es un trabajo, con una gran disciplina y una filosofía de trabajo diferentes", dice María Bernabéu. La salmantina adoptada gallega vive con pasión su relación con el tatami, ese espacio donde ha conocido más alegrías que tristezas.
