El deporte español presume de su época dorada: Pau Gasol y la selección de baloncesto, Nadal, Fernando Alonso, Xavi, Casillas y la Roja... A todos ellos se les ha ido concediendo el premio Príncipe de Asturias, ahora Princesa. La concesión del galardón a Javi Gómez Noya retrata que también el deporte gallego vive su época de gigantes.

Son colosos que han nacido como producto de un trabajo colectivo, en especialidades muy concretas (piragüismo y vela además de triatlón, por ejemplo) o auténticas coincidencias del esfuerzo y la genética. Ese análisis casi trasciende lo deportivo para alvanzar lo político. Lo cierto es que Galicia ha producido en esta época referentes del más alto nivel, seguramente por encima del dinero gastado en su financiación.

David Cal, el deportista español con más medallas olímpicas, su oro y sus cuatro platas, acaba de retirarse. Pero siguen siendo gallegas varias de las escasas apuestas de metal con las que España aterrizará en Río. Javi Gómez Noya descolla entre ellas. El ferrolano ya probó la crueldad olímpica en Pekín, cuando fue cuarto, y se curó la amargura con la plata de Londres. A él, en realidad, no se le debiera dar bien jugárselo todo a una baza en distancia olímpica. Su asombrosa consistencia lo premia en competiciones de regularidad, como las Series Mundiales. Y su resistencia sobrehumana debiera permitirle ofrecer una versión incluso mejor cuando se pase a pruebas de mayor recorrido. Y sin embargo, Noya contiene la esperanza española. Como también Támara Echegoyen, dispuesta a revalidar su oro londinense pese a haber tenido que aclimatarse a otra modalidad. E incluso Teresa Portela, en sus quintos Juegos, figura entre las que más próximas al podio deben estar.

Gómez Noya ejerce un poco como líder espiritual. Así lo reconoce el joven Jean Marie Okutu, que aún sueña con lograr la mínima para Río en salto de longitud. "Para mí es el mejor deportista actual de Galicia a nivel nacional y no hay duda de que se lo merece por todo el esfuerzo que realiza en las tres o cuatro sesiones de entrenamiento que hace al día. Javi es un orgullo para Galicia y para toda España", indica Okutu.

La jabalinista Lidia Parada añade: "Me parece fantástico que le den este premio porque ha demostrado año tras año que es el mejor, está destacando y siempre está ahí. Se lo tendría que haber llevado hace ya varios años y es una alegría que este año se lo den a él y no a los de siempre. Para mí como gallega es un orgullo que se lo lleve".

"Javi es un ejemplo de esfuerzo y sacrificio, un verdadero crack que lo ha ganado casi todo. Este premio lo tiene más que merecido y para nosotros es un orgullo tenerlo aquí y verlo entrenar", culmina Solange Pereira entre los atletas con aspiraciones olímpicas.

El Centro Galego de Tecnificación Deportiva ejerce desde hace mucho como meca de bullicio deportivo gallego. Su director, Xulio Ventín, proclama: "Para nosotros es un motivo de satisfacción y orgullo que él se lleve este premio. Creo que se lo merece porque es un atleta excepcional y me alegro muchísimo por él y por todo el deporte gallego".

Verónica Boquete pertenece a otro perfil, el de aventurera solitaria, que abre camino. El astro del fútbol femenino español revela sobre la concesión de premio: "Cuando lo he visto me he alegrado muchísimo porque no podría ser más acertado. Javi no sólo es campeón del mundo con un gran currículum, sino un gran deportista, referente para millones de atletas y que representa todos los valores del deporte. No sólo los deportistas gallegos nos sentimos orgullosos, sino todo los gallegos en general. Javier Gómez Noya es el mejor deportista gallego de la historia y este premio hace justicia a toda su carrera y nosotros lo aplaudimos".