Año nueva, vida nueva. Augusto Fernández ha asumido la frase al pie de la letra. El centrocampista argentino se despidió en la tarde de este viernes del Celta después de tres temporadas y medio defendiendo la camiseta del equipo vigués. El ya exjugador céltico fue sincero en el inicio de su comparecencia celebrada en la sala de prensa de A Madroa: "Tenía que decidir entre la comodidad y el desafío. Elegí la segunda".

Augusto Fernández, que pidió disculpas por su silencio en el último mes, afirmó que su marca a mitad de temporada "es una situación que no imaginaba. Estaba muy bien en Vigo". No obstante, el argentino, que espera contar con la confianza del "Tata" Martino, reconoció que el fútbol tiene este tipo de cosas imprevisibles. El excapitán del cuadro celeste apuntó que en su despedida está viviendo "sensaciones encontradas" y reconoce que se ha planteado cómo será la previsible visita del próximo día 10 en Balaídos.

El nuevo fichaje del Atlético de Madrid destacó que desde su llegada al Celta ha madurado "como jugador y como persona". Augusto Fernández también señaló que no borrará la ovación que le dedicó la grada de Balaídos en su despedida ante el Athletic. Sobre ese encuentro apuntó que "jugó con el corazón". "Se lo debía a mis compañeros", afirma.

Augusto concluyó su comparecencia declarando que "si algún momento tuviera que elegir un club al que volver, elegiría sin duda al Celta". El argentino también quiso descartar que su marcha se deba a motivos económicos. "Si fuera pesetero no habría estado tres años y medio en el Celta, porque en este tiempo hubo ofertas". El 24 de la zamarra celeste queda huérfano. El brazalete ya reposa en el brazo de Hugo Mallo, que estrenará su nuevo rol mañana ante el Málaga. Augusto, por su parte, pondrá rumbo a Madrid, donde esta mañana ya entrenó a las órdenes de Simeone.