El Amfiv regresa a la acción consciente de que su clasificación para la Fase por el Título es prácticamente un milagro que depende de una carambola complicadísima, que pasa por ganar los tres partidos que restan para finalizar este primer tramo de la competición y que el Fundación Grupo Norte de Valladolid no gane ninguno más. Por eso, el conjunto de César Iglesias piensa ya más en afrontar de manera independiente cada partido y seguir mejorando de cara a esa hipotética Fase de Descenso, en la que los vigueses tendrán que pelear para no perder la categoría. Precisamente, un rival en esa lucha, el Basketmi ferrolano, será al que tendrá que medirse el Amfiv este sábado en Bouzas. Un derbi gallego que, a priori, apunta a los vigueses como favoritos ante un conjunto ferrolano debutante en la elite del baloncesto en silla de ruedas nacional y que, salvo milagro, se repetirá en la segunda fase de la Liga pero ya con la permanencia en juego.

"Es un partido de máxima rivalidad regional, un derbi, y eso siempre motiva. En la primera vuelta ganamos por una holgada diferencia en Ferrol (29-75), en un partido de mucha permisividad en los contactos y duro en el que nos costó bastante despegarnos en el marcador. El Basketmi es un recién ascendido que, poco a poco, va mejorando cosas y adaptándose a la Liga. Su referencia ofensiva es un jugador clase 4,5, Pedro Paz, que tiene muy buena mano y tamaño. Destacan también un 2 rápido y que ayuda a la organización del equipo, Miguel Romero, y Adrián Rañales, un 3 que trabaja bien cortando en 1x1 para ganar dentro la posición", apunta el técnico vigués, César Iglesias. Después de los últimos encuentros, en los que no ha acompañado la fortuna ni el acierto en momentos puntuales para haber sumado alguna necesaria victoria más, el preparador del Amfiv prefiere mirar hacia adelante. "Queremos y tenemos que seguir mejorando cosas como el balance y el rebote defensivo y la lectura en ataque de lo que buscamos. Pensar dónde tenemos ventajas y qué es lo que hacemos bien y explotarlo".