El Gondomar y el Ourense ofrecieron ayer un final de infarto, en el que el conjunto visitante logró el empate en el minuto 95 en medio del enfado de la grada, que protestó ostensiblemente la actuación del colegiado Xesús Fontes Mosquera. Los visitantes se adelantaron con un gol de Jordi en propia metal, y la polémica arbitral llegó en los compases finales del partido, cuando el colegiado concedió cinco minutos de tiempo añadido provocando las protestas de los aficionados del Gondomar. El Ourense estuvo a punto de lograr la igualada en el segundo minuto de prolongación, con un tiro de Víctor al palo. Los locales reclamaron un penalti en el área del Ourense, y en el último suspiro Wadir certificó el empate.

El equipo de As Gaiandas tomó el mando del juego desde el inicio, pero no fue capaz de adelantarse en el marcador en la primera parte, a pesar de que Bruno dispuso de un par de buenas ocasiones y Manu Vilán estrelló el balón en el larguero (min. 35).

La segunda parte comenzó muy movida. En el minuto 50 el Ourense dispuso de un penalti a favor para ponerse por delante, pero Isma lo impidió con una buena intervención y poco después, llegó el gol de los locales en una acción desafortunada de Jordi que introdujo el balón en su propia portería (1-0, min. 53).

Quedaba mucha emoción por delante todavía. El Ourense no se conformaba con la derrota y comenzó a apretar en busca del empate. Pero fue en los instantes finales cuando llegaron las ocasiones más claras y la polémica. El árbitro concedió cinco minutos de descuento, ante la indignación de la afición local, y el Ourense estuvo a punto de empatar en el minuto 92, con un chut de Víctor al palo. Después, los locales reclamaron un penalti en el área visitante y finalmente, en el último suspiro, llegó el empate gracias a Wadir.