Los de Javier Oreiro merecieron mejor suerte ante un Boiro que solo fue capaz de marcar a balón parado. En la segunda parte buscaron el empate con decisión pero no tuvieron suerte ante la puerta rival.
Los de Javier Oreiro merecieron mejor suerte ante un Boiro que solo fue capaz de marcar a balón parado. En la segunda parte buscaron el empate con decisión pero no tuvieron suerte ante la puerta rival.