La psicóloga Madó González, coordinadora de la comisión de Deporte del Colexio de Psicólogos de Galicia, asegura que los eventos deportivos, incluso a pequeña escala, "afectan a los aspectos emocionales de la persona y del grupo". En el caso de las emociones grupales, "en el Mundial las personas se identifican más con sus grupos de referencia, por ejemplo, se sienten más españoles, pero también a nivel individual nos encontramos con que la persona libera tensiones y se muestra más impulsiva de lo que es en realidad", apunta. Un evento de este tipo puede tener un efecto positivo en un momento complicado social y económicamente como el que vivimos. "La gente necesita ese tiempo de evasiones y el Mundial puede suponer para ellos una importante motivación", dice.

El punto negativo es cuando el equipo pierde. "Sobre todo las personas más vulnerables pueden sentirlo como un fracaso personal y el impacto emocional es negativo; depende mucho de la personalidad de cada uno y de lo aficionado que sea".