Noche inolvidable para la Sociedad Deportiva Teucro. El equipo de la ciudad del Lérez ha regalado a su afición un triunfo ilusionante. Ha logrado mantenerse con vida en la Copa del Rey tras un encuentro épico, de esos que hacen afición. Más allá de la tensión del encuentro, la hazaña de los azules residía en enfrentarse a un equipo de Asobal, esa categoría en la que Pontevedra espera ver de nuevo al conjunto de sus amores.

El duelo estuvo equilibrado durante buena parte del partido. El dominio en el marcador se fue alternando a lo largo del partido. Ni Teucro ni Cuatro Rayas Valladolid lograron romper el partido. Los pucelanos tuvieron mostraron su poderío en el segundo acto, pero los azules tiraron de su fiabilidad como local para ser superiores en los minutos calientes. Lograron forzar la prórroga (27-27) y en el tiempo extra volvieron a vender cara su piel. Creyeron siempre en el milagro, en dar la sorpresa, en ofrecer un oasis en el desierto de una División de Honor B que esperan que este curso finalice con final feliz.

La Sociedad Deportiva Teucro seguía luchando, mostrándose combativo ante un Cuatro Rayas Valladolid que no daba la estocada definitiva. Emoción y tensión se daban cita en el pabellón municipal de Pontevedra. El suspense se prolongaría unos minutos más. Los hombres de Javier Barrios forzaban los penaltis (32-32). El suspense era máximo. En juego estaba un billete para los octavos de final de Copa del Rey.

Los lanzamientos de los siete metros serían los encargados de decidir la eliminatoria. Las fuerzas estaban equilibradas. El éxito estaba a tan solo unos centímetros. Y la Sociedad Deportiva Teucro supo declinar la balanza de su lado. Los guerreros azules transformaban sus cuatro disparos. El Cuatro Rayas erraba. La hazaña se había consumado. El equipo que dirige Javier Barrios escribe el primer capítulo de una temporada que espera que acabe con el ascenso a Asobal. De momento, tanto el cuadro pontevedrés como su afición saben que puedan plantar cara con un conjunto de la élite del balonmano nacional.