Roberto Lago ya sabe lo que es ganar en el Coliseum Alfonso Pérez. El lateral zurdo de O Calvario tuvo que fichar por el Getafe para disfrutar de una victoria en esta localidad del sur de Madrid, donde el Celta nunca ha ganado. El vigués aprovechó el duelo contra su exequipo para reivindicar un puesto en el once de Luis García. Otro canterano de A Madroa, Jony Castro Otto, fue quien más problemas le creó al ahora zaguero azulón.

La lesión de Augusto Fernández llevó ayer a Luis Enrique a situar como interior derecho a Rafinha. Era la primera vez que Lago se emparejaba con el hispano brasileño, que buscó más los pasillos interiores que la banda, por lo que el lateral vigués disfrutó de un cómodo inicio de partido, pues a Bellvís no le dio tiempo de sumarse al ataque por su lesión al cuarto de hora.

Antes de poder asomarse al ataque, Lago vio cómo Jony combinaba con Rafinha y éste lanzaba ajustado al palo derecho de la portería de Moyà. En la siguiente acción, el vigués del Getafe se incorporaba al ataque como en sus mejores tiempos como céltico para centrar con peligro. Y en su siguiente carrera buscó por el centro a Sarabia, que a punto estuvo de sorprender a Yoel, que nada pudo hacer en la siguiente acción ante el cabezazo de Lisandro.

Lago comenzaba a saborear un triunfo que se le resiste al Celta en Getafe. A su amigo Orellana apenas le dio opciones en la segunda mitad, en la que Jony volvió a ser un peligroso rival por su banda. El joven cantero también se reivindicó como alternativa a Hugo Mallo, al que también le une una gran amistad con el lateral emigrante de O Calvario, que por primera vez en su carrera deportiva se alegraba de una derrota del Celta.