El futuro del Valencia vuelve a estar patas arriba por una decisión judicial. El juzgado de lo contencioso-administrativo número 3 de Valencia ha anulado el aval que el Instituto Valenciano de Finanzas (un órgano dependiente de la Generalitat) concedió en 2009 a la Fundación del Valencia para que adquiriera el grueso de los títulos del club.

La sentencia, que se ha dado a conocer ayer deja sin efecto la garantía que se esgrimió para acceder a un crédito de Bancaja por valor de 81 millones de euros, lo que en la práctica convertiría a la entidad bancaria (ahora Bankia, intervenida por el Estado) en el máximo accionista del Valencia (posee un 70% de los títulos) en el caso de que se confirme impago.

De hecho, la Fundación, que es en realidad la titular del préstamo, ya no ha podido hacer frente a sus obligaciones y ha sido la Generalitat -que hasta ahora figura como avalista- la que ha asumido el pago de los 4,8 millones de euros correspondientes a los intereses generados por este crédito.

El fallo sin embargo, cambia por completo este escenario y exime al Gobierno valenciano, acuciado también por los problemas financieros, de cualquier responsabilidad como garante de esta operación. La situación, según precisa la propia resolución judicial, vuelve "al momento anterior a la concesión del aval por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF)".

Bankia sostiene, en cualquier caso, que "el dueño del Valencia es y sigue siendo la Fundación VCF" porque, "a día de hoy", el préstamo que concedió Bancaja a este organismo en 2009 "está al corriente de pago" (después de la transferencia efectuada por la Generalitat hace algunas semanas).

La próxima fecha límite es el 27 de agosto, cuando se producirá el próximo vencimiento del préstamo, por el que en teoría, tras esta sentencia, ya no tendría que responder el Gobierno valenciano.