El Academia Octavio buscará este próximo sábado dar un golpe en la mesa en su visita al Balonmano Antequera, uno de los presumibles rivales en la lucha por la permanencia en la Liga Asobal. En cinco partidos los andaluces han sumado una victoria por lo que un buen resultado a favor de los vigueses supondría un golpe de efecto, distanciaría al cuadro académico y le mantendría en la zona noble de la clasificación. Pero más allá de los puntos en juego, será un partido especial para Nacho Vico. El extremo derecho del Octavio, malagueño de nacimiento, regresa por primera vez en un partido oficial a la que fue su casa durante cuatro temporadas, entre la 2004-2005 y la 2007-2008, años en los que Vico contribuyó a cambiar el rumbo de un equipo que estuvo a punto de descender a Primera Nacional –"nos salvamos por los pelos", precisa– y acabó, la temporada siguiente, logrando el primer ascenso de su historia a la Asobal. Por ello, es recordado con mucho cariño por la afición andaluza, que no se olvida de los muchos goles y buen juego que dejó.

"Sin duda es un partido especial, voy a la que fue mi casa, a mi tierra, muy cerca de donde nací. Estará mi familia, mi hija, una forma de motivarte a mayores de la trascendencia del partido, ante un rival directo como es este equipo", comenta Vico, que se encontrará el sábado un club muy cambiado desde que hace tres años pusiera rumbo a Córdoba para enrolarse en las filas del Pozoblanco, ya que únicamente sobrevive en una plantilla masacrada por los problemas económicos el capitán Juanan Ramos, con quien Vico mantiene contacto a lo largo del año: "Es el jugador más antiguo de todos, el extremo izquierdo, hablo de vez en cuando con él y tenemos muy buena relación". Ya no está el entrenador que hizo posible llegar a lo más alto del balonmano español al Antequera, Carlos Ortega, de quien el extremo académico guarda también un gran recuerdo, y que ha sido reemplazado por el técnico de Vico las tres últimas campañas en el Prasa Pozoblanco, Paco Castillo.

Llega la vuelta a casa del extremo derecho del Octavio en un momento dulce de su carrera, disfrutando del balonmano como si fuera un debutante y siendo uno de los puntales ofensivos en el gran inicio de temporada del Octavio. Es el máximo goleador académico con 26 tantos y el quinto de la categoría. Vico califica la situación de "anecdótica" y prefiere destacar el trabajo de todo el equipo: "Como siempre digo, no juego para ser el máximo goleador sino para ayudar en lo que pueda como he hecho durante toda mi carrera".

El malagueño tiene ganas de lograr sumar fuera de casa, comprobado el excelente rendimiento que está dando el Octavio en As Travesas. Sin embargo, avisa de las complicaciones que se va a encontrar el conjunto académico en su visita a tierras andaluzas, donde no recibirá precisamente "palmaditas".

"Además de ser un rival directo, será muy difícil porque su afición empuja muchísimo, es muy fiel a su equipo y se nota cuando vas allí, que preparan un ambiente hostil a los rivales, aprietan y ayudan a motivar a sus jugadores", señala Vico. No en vano, la única victoria que ha logrado el Antequera esta temporada ha sido en casa y ante uno de los equipos fuertes de la Liga como es el Cuatro Rayas Valladolid.

Sin embargo, el extremo académico confía en las posibilidades del equipo vigués para sacar algo positivo y dar otro pasito más hacia el objetivo de la salvación, aplicando el modelo de juego de las cinco primeras jornadas, donde el equipo ha dado la cara en todo momento gracias a "un balonmano rápido, dinámico y atractivo". A esto hay que añadirle la casi segura vuelta de uno de los capitanes y símbolos del Octavio, Cerillo. Al igual que Javi Díaz, Vico se congratula con el regreso del extremo izquierdo a las pistas. "No cabe duda de que cualquier recambio que tenga el equipo es bueno pero más si se trata de un hombre como Cerillo. Todos sabemos la trayectoria que tiene aquí y la importancia en el club", indica el malagueño, que guiará a sus compañeros el sábado.