Vigo renuncia a ser una de las sedes del Mundial de Balonmano, que se celebrará en España en 2013. La Concellería de Deportes comunicó al presidente de la Federación Española de Balonmano, Juan de Dios Román, mediante una carta cursada esta semana, su decisión de descartar la posibilidad de albergar una fase clasificatoria. Tras estudiar con la máxima ilusión e interés esta opción, y debido a la situación económica actual y al coste del evento, el departamento de Deportes, dirigido por Manel Fernández, no quiere entrar en la puja.

La exigencia económica del evento, muy superior a los 1,2 millones de euros para aspirar a una fase con alguna selección cabeza de serie, impide la apuesta de Vigo en una época de cautela económica. El canon mínimo por una fase menor del Mundial supera los 300.000 euros, que rondan los 900.000 para una fase clasificatoria con cabeza de serie y una semana de duración. Además, a este gasto habría que sumarle la necesidad de un montaje completo en el Ifevi, dadas las condiciones técnicas exigidas, con lo que las cifras se dispararían a un valor inasumible.

La comunicación se produjo tras una "meditada decisión", según se indica en la carta enviada, y siendo consciente la Concellería de que la Federación Española de Balonmano necesitaba una respuesta "para tomar decisiones fundamentales relacionadas con la organización del Campeonato del Mundo".

En la misiva se recuerda al presidente federativo que Vigo es una ciudad "por naturaleza emprendedora y entusiasta con la organización de eventos deportivos de relevancia" pero las condiciones y características de lo que se oferta a Vigo no son las adecuadas en estos momentos.

Esta medida se enmarca en el contexto de un gobierno municipal que tiene que practicar la austeridad, priorizar eventos y gastos y que, por tanto, lo más importante es el apoyo al deporte vigués.