El Arrate afrontará mañana en Vigo ante el Octavio Pilotes Posada un partido al que llega en situación desahogada, sin presión clasificatoria y con ánimos renovados para intentar sumar dos puntos que le acercarían mucho al anfitrión.

El triunfo sobre el Torrevieja (33-27) fue festejado con alborozo por el plantel albiazul, consciente de que ya con 18 puntos y 7 de ventaja sobre el penúltimo clasificado la permanencia está en su mano, y ahora el objetivo es realizar un buen final de campaña, apoyado en un calendario asequible.

Contra el Octavio Pilotes Posada los guipuzcoanos tratarán de explotar sus recursos para alcanzar el segundo triunfo viajero de la temporada, ya que hasta ahora sólo han ganado a domicilio en Alcobendas, y sabedores de que si lo consiguen se situarán a sólo un punto del cuadro vigués, ahora noveno en la tabla clasificatoria.

El Arrate ya se impuso a los gallegos en Eibar y de forma holgada (35-25), con actuación estelar de sus laterales Mariusz Jurkiewicz (11 goles) y Viatcheslav Kobin (7), además en un duelo al que su rival llegaba en gran forma y pleno de moral por su buena trayectoria.

Ahora, sin embargo, el bloque vigués parece atravesar un bache de resultados, sobre todo tras caer derrotado en Almería de una pista donde hasta ahora precisamente sólo había perdido el propio Arrate.

"Vamos a intentar disfrutar todos más de aquí al final de la temporada", sostiene su entrenador, Julián Ruiz, aliviado porque "poco a poco se van arreglando las cosas en el aspecto económico" y esperanzado en que en las cinco últimas jornadas puedan repetir el juego realizado en la primera media hora contra el Torrevieja.

El cántabro recupera después de varias semanas de inactividad al extremo izquierdo Iñigo Salaberria, superada una lesión muscular, por lo que en esta ocasión sale del equipo el joven Unai Ibaibarriaga.

También forman parte de la expedición eibarresa Unai Arrieta e Iñaki Malumbres, ya que los percances sufridos el sábado y que les llevaron al banquillo afortunadamente han tenido menos consecuencias de las que cabía temer.

Arrieta sufrió un golpe en la rodilla derecha, aunque todo quedó en un susto para el extremo, en tanto que el meta Malumbres resultó dañado en un dedo de la mano que ya se había lesionado meses atrás y, aún así, parece que no tendrá problemas para jugar.