Francisco Noguerol regresa al equipo en el que se destetó futbolísticamente con el reto de ayudar al Celta a regresar a Primera División. Se fue hace ocho años como joven en busca de fortuna y llega como un curtido veterano, más sabio, y avezado en las complicaciones de la Segunda División, donde la igualdad manda. Vuelve, él mismo lo asegura, el mejor Noguerol. Y con cuerda para rato.

-Vuelve al club que le alumbró como futbolista ocho años después. ¿Es muy distinto el Noguerol que se fue del que regresa?

-Es evidente que sí. Me fui con 24 años y vuelvo casi con 32, así que ese detalle lo dice prácticamente todo. Desde que me fui he tenido la oportunidad de jugar muchos partidos en una categoría, como la Segunda División, que es muy complicada. Si uno se puede mantener jugando muchos partidos todos los años, se va curtiendo, se hace más futbolista. Y yo creo que soy ahora mejor futbolista que cuando me fui.

-¿Es sólo una cuestión de experiencia?

-No, aunque es evidente que la experiencia influye muchísimo, sobre todo en el puesto en el que yo juego, donde la colocación es fundamental. Y la calidad no se pierde. Yo tengo la misma calidad ahora que antes, no digo que sea poca ni mucha, pero sí la misma; físicamente, a pesar de que tengo ya una edad, me encuentro muy bien. El de central no es un puesto excesivamente exigente en este sentido. Creo que soy mejor y más completo en todos los sentidos. Estoy en el mejor momento de mi carrera y creo que, si las lesiones me respetan como hasta ahora, me queda cuerda para rato.

-El Celta también ha cambiado mucho desde que se fue.

-Sí, claro, imagínate. Ahora está en un momento complicado y habrá que arrimar el hombro y adaptarse a las circunstancias. Cuando yo me fui el Celta era de los equipos que más llamaban la atención a nivel nacional, siempre entrando en UEFA y el año justo después de irme yo, en Champions. A lo bueno todo el mundo se acostumbra, aunque también se ha visto el lado malo porque este es el segundo descenso. En el anterior, afortunadamente, se consiguió subir en un año, y ahora no se consiguió volver a Primera. Nos espera una temporada complicada porque la Segunda División, no hace falta que lo diga yo, es una categoría muy igualada y nunca sabes si hacer un equipo mejor o peor qué resultado que te va a dar. Los partidos son muy tácticos y los equipos muy físicos y bien trabajados.

-No sé si esta situación de extrema dificultad hace mayor el reto de volver al Celta.

-Sí, claro, es una de las cosas que más he mirado. Sé que llego a un club con mucha exigencia, con mucha historia y que está en un momento delicado en todos los aspectos. A ver si el económico se va encauzando; en el deportivo está en Segunda División, que es una categoría que no le corresponde. Soy consciente de que se me va exigir, pero acepto el reto. Yo creo que cualquier futbolista de esta categoría, si le dicen que el Celta está interesado en él, no se lo piensa.

-¿Sabía cuando firmó que el Celta se iba a acoger a la Ley Concursal?

-Sí, claro. Espero que a los que llegamos no nos afecte en nada y estoy convencido de que el club será lo suficientemente responsable para hacer lo que cree que es mejor. Es cierto que a los jugadores la palabra nos suena a tabú, pero creo que es por desconocimiento porque a muchos clubes les ha permitido sanear gran parte de la deuda, que es por lo que se va. Si vale para que la economía del Celta mejore, bienvenida sea.

-Tanto el técnico como Edu Moya, el primer fichaje presentado, evitan la palabra ascenso. Pero son conscientes de que eso es lo que se les va a pedir.

-El que va al Celta ya sabe al tipo de club que va. Pero bueno, insisto en que la categoría es muy complicada y hay muchos otros equipos que tienen ese objetivo. El que quiera empezar a hablar de ascenso, pues vale, pero a mí no me gusta y menos ahora que ni siquiera ha empezado la pretemporada. Lo importante ahora es hacer un buen equipo, y con esto me refiero también a tener a un vestuario cohesionado y después ya se verá. Lo que está claro es que estamos en el Celta y la exigencia es máxima. Pero también hay que tener claro que sólo ascienden tres y la categoría es sumamente complicada.

-El club ha valorado en su fichaje su capacidad de liderazgo. ¿Se siente a gusto en el papel de líder del vestuario?

-No me veo en ese papel. Yo me veo como un jugador de equipo. Me gusta jugar en el campo y también ayudar a los compañeros. Si a eso se le llama líder, pues bueno, pero no me gusta que me encasillen en ningún aspecto. Yo me considero un jugador de equipo y donde estoy intento dar el máximo. Ésa es la manera de que salgan las cosas. Lo que hay que hacer es rendir en el campo.

-El Celta va a construir un nuevo equipo prácticamente desde cero. ¿Supone esto una desventaja?

-Si el equipo y los fichajes son buenos, no debería. Yo he estado en muchos sitios y he visto todo tipo de situaciones. Hace dos años, cuando llegue al Albacete, acabamos sextos, con una gran segunda vuelta. Mantuvimos la base y este año fíjate cómo estuvimos. Nunca se sabe. Al final todo es acoplarse y para eso están las pretemporadas.