Es la primera vez que participa en el rodaje de una película y, quizás, la primera que se sube a un carruaje. Feliz por la experiencia, el vigués de 8 años Pablo González García asegura que le "encanta el cine" tras rodar como figurante ayer en Tui y anteayer en Oia. Es uno de los menores gallegos que dan vida a aquellos "22 ángeles custodios" -siguiendo el título de la novela de Almudena de Arteaga- y que ha pasado un casting en la ciudad. Sus padres, Jorge y Lidia, siguen sus primeros pasos en el celuloide de cerca. Los harapos con los que el elenco de pequeños representa a niños pobres -a veces bajo la lluvia omnipresente en Galicia- no les protegen del frío. Así que el equipo les protege con mantas. Una historia parecida ocurrió al también vigués de 10 años, David Baceiredo, que ayer participaba en el rodaje como figurante, junto a los niños Camilo Redgrave, Tiago Rodríguez, Xoel Rupar y Nuno Vilela.

En las inmediaciones de la iglesia de san Telmo, resonaban los cascabeles de los equinos.

También es la primera incursión en el cine para Cristina Ramallal, de A Coruña y embarazada de 7 meses y medio de un niño. La mujer, que representa en la película a una madre campesina que entrega a un niño llamado Pepín, mostró su buen hacer ante las cámaras en una escena con María Castro.

Pero había más figurantes gallegos y de la provincia de Pontevedra. Entre ellos, el joven redondelano Mikel Fernández García, de 24 años. En su caso, envió unas fotos personales hace tres semanas tras informarse del evento en Facebook y y le aceptaron. Buscaban a personas con la cara quemada, para representar a personajes con viruela. En su caso, una leve quemadura en la nariz le granjeó la suerte escénica y 30 euros por día.