José Carlos Fernández tiene otra causa pendiente con la justicia. Fue detenido el pasado mes de mayo, cuando la perrera carecía ya de autorización oficial, e imputado por un delito de maltrato animal y otro contra la salud pública por el enterramiento irregular de los canes.

El arresto se produjo tras una nueva inspección del Seprona, que halló quince peros rodeados de excrementos, enfermos, sucios y conviviendo con cadáveres de otros animales en el recinto. Días después de la visita, los agentes lo sorprendieron cuando acudía a la instalación para limpiarla y deshacerse de los cuerpos y se lo impidieron.

Guardias civiles y veterinarios de la Xunta rescataron a los canes y los trasladaron al Centro de Acogida de Animales Abandonados de la Diputación en Armenteira.