Los vecinos del entorno a la estación de Redondela, en el barrio de A Portela, consiguieron ayer paralizar las obras de un transformador de media tensión al que se oponen por su cercanía a las casas y a un parque infantil, situado a solo veinte metros. Los afectados consideran que la zona no es adecuada para una instalación eléctrica como la que se pretende instalar, y exigen que se traslade a otro lugar alejado de las viviendas.

El alcalde de Redondela, Javier Bas, acudió ayer a la zona para escuchas las demandas de los residentes -unas cuarenta viviendas- y ordenó suspender los trabajos para estudiar la situación. Los vecinos aseguran que nadie les ha explicado el proyecto, que desconocen, y también reclaman la realización de un proyecto de impacto ambiental. "Estamos indignados porque aquí nadie nos dijo nada sobre este proyecto y nos enteramos hace dos días cuando aparecieron las máquinas y se pusieron a trabajar", asegura Belén García, una de las afectadas.

Nemesio Lago, otro vecino, critica que los responsables municipales "hayan silenciado" este asunto. "Si sabían que se iba a realizar esta obra, lo lógico es que lo consultasen con los afectados, pero parece que existen intereses ocultos", afirma.

Otra de las residentes, María del Carmen Rodríguez, destaca que en la zona ya existen otras dos instalaciones eléctricas parecidas y antenas de telefonía móvil a muy poca distancia, además de numerosas naves industriales, por lo que teme que puedan tener incidencia en la salud de los vecinos. "En los últimos años se han producido ocho casos de cáncer entre 37 vecinos, lo que supone casi un 25 por ciento de la población, un índice demasiado alto como para no pensar que algo en el ambiente está incidiendo en la salud de los residentes", advierte.

El presidente de la asociación de vecinos San Bernardo de Cedeira, Carlos Covelo, expresó su total apoyo a las reivindicaciones "porque consideramos una barbaridad meter un transformador en un lugar rodeado de casas y junto a una zona infantil", por lo que pide a los responsables municipales que paralice las obras y gestione su ubicación en otro lugar más adecuado que no perjudique a los vecinos. Además exige que se informe públicamente del proyecto para que los afectados sepan qué es lo que se va a hacer y poder presentar alegaciones.