La parroquia nigranense de Camos registró ayer su segundo incendio intencionado en un período de 24 horas. Tras el fuego que calcinó la tarde del miércoles unos dos mil metros de monte en la zona de O Carballal, los vecinos del barrio de A Tarela se enfrentaron ayer a momentos de tensión al propagarse las llamas y aproximarse a escasos metros de sus viviendas. Medio centenar de ellos abandonaron sus hogares ante el peligro del fuego, que calcinó finalmente 14.000 metros cuadrados de monte arbolado en parcelas contiguas al aserradero de la zona, justo en el mismo lugar que ardió estrepitosamente hace dos años.

La alarma saltó a las 15.45 horas. Enseguida intervinieron el grupo operativo de emergencias de la Mancomunidade, Protección Civil, varias brigadas de Medio Rural, patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil, un helicóptero del servicio contraincendios de la Xunta y un camión bomba del Concello de Mos. Las tareas de extinción se prolongaron durante cinco horas, aunque las llamas resultaron controladas en solo una hora y los efectivos evitaron que se extendiesen a las casas o a otros terrenos. Enseguida lograron acotar la voracidad del fuego, pese a que el fuerte viento en la zona complicó las labores.

Los vecinos observaron los trabajos de extinción por parte de los agentes para asegurarse de que sus casas no corrían peligro. No solo las viviendas estuvieron amenazadas por las llamas, sino que un centro de transformación de corriente situado en medio del monte quemado elevó el peligro del incendio.

Además, en la zona se encuentra también un aserradero de madera, en cuyo recinto se apilan troncos y leños, que no hacían sino aumentar el miedo a la propagación del fuego, que finalmente resultó controlado a las cuatro y media de la tarde.

Vigilancia

De momento se desconoce la causa que provocó el incidente, aunque todo indica que fue provocado. El alcalde de Nigrán, Alberto Valverde, aseguró que al menos dos focos originaron el fuego. El regidor se desplazó al lugar para seguirla evolución de las labores de extinción, momentos que aprovechó para anunciar que el Concello incrementará "la seguridad y vigilancia de los montes", para evitar acontecimientos "tan penosos" como el ocurrido ayer.