Toda la diversidad paisajística de Galicia, metida en una sala. Esta es la impresión que se llevará el espectador que durante estos días visite la exposición del pintor Antonio Abalde (Vigo, 1951), donde a través de su obra ofrece un amplio recorrido por la geografía gallega y las costumbres de sus gentes. La vendimia, el trabajo en el mar, el patrimonio etnográfico, las tradiciones culturales... Nada se escapa de la mirada de este trotamundos del arte que ha recorrido las salas de toda Galicia y Portugal con su obra, unos cuadros que testimonian una realidad que el desarrollo va haciendo desaparecer.

"Disfruto mucho con las escenas del paisaje gallego porque es una región que invita a pintar. Cada rincón evoca algo distinto, cualquier lugar es una fuente de inspiración", apunta Abalde. Sin embargo, a pesar de que en su obra recoge la belleza de las costas y el oficio de los marineros, el artista muestra su preferencia por los paisajes del interior. "Mi obra es muy variada y tengo muchas marinas, pero con lo que más disfruto es con las escenas del campo, con los colores que nos regala el otoño en los bosques y viñedos, con una amplia gama coloridos y matices, de tonos ocres y naranjas", destaca.

Otra parte importante en su obra es el patrimonio etnográfico, donde plasman en varios de sus lienzos hórreos, molinos de agua o cruceiros. "Siempre me interesaron y trabajo mucho con ellos, porque es una parte muy significativa del paisaje gallego, así como las escenas de costumbrismo como campesinos y mariscadores, o de oficios que están a punto de perderse como el afilador o el zapatero, por poner algún ejemplo".

Abalde asegura sentirse muy satisfecho con el resultado de la muestra en Redondela, donde ya había expuesto en otras ocasiones tanto en la Casa da Torre como en el Centro Cultural de Cedeira. "Aquí la gente siempre responde muy bien, me ha felicitado mucha gente y creo que está teniendo muy buena aceptación", afirma. Otra cosa distinta son las ventas. "Vender siempre es difícil, porque el arte no es un artículo de primera necesidad, y encima estamos en un momento de crisis que tampoco ayuda. Pero a pesar de todo yo no me puedo quejar", concluye el pintor, que mantendrá su obra hasta el próximo día 31.