El Celta Zorka continúa quemando etapas en su largo camino hacia la fase de ascenso a la máxima categoría. Los resultados de ayer le permiten ampliar la ventaja sobre el segundo clasificado, pendientes de lo que haga en la mañana de hoy el Ibaizabal, próximo rival en Navia. A ocho jornadas para la conclusión de la fase regular, las célticas mantienen tres victorias de ventaja sobre el quinto clasificado, cuatro al tenerle ganado el basketaverage al Ensino, por lo que el primer objetivo de la temporada está cada vez más cerca, y no es otro que lograr la clasificación para la fase de ascenso.

El partido de ayer fue extraño. Podríamos calificamos como una goma, pues faltó una línea regular en la que se fuera de menos a más hasta la diferencia final. La mejor lectura que se puede hacer del partido es que el equipo continúa progresando y que es capaz de adaptarse a las circunstancias. Y es que en el partido de ayer, Itziar German jugó con muchos dolores en su pierna, y aún así estuvo veinticinco minutos sobre el parquet de As Travesas, anotando cuatro puntos y atrapando siete rebotes.

Quien tampoco está en un gran momento físico es Minata que continúa con su lenta recuperación. Ayer estuvo en el campo dieciocho minutos, aportando once puntos y cuatro rebotes.

Al partido de ayer le faltó ritmo. Las viguesas lograban una cómoda ventaja en el marcador, pero eran incapaces de mantener la diferencia y dejaban que las guipuzcoanas se metieran de nuevo en el partido apretando el marcador.

Los primeros diez minutos de juego fueron de color celeste. Minata jugaba su mejores minutos y era una de las piezas fundamentales del equipo. Pero fue Sarah Ogoke la que se convirtió en la mejor, saliendo al rescate del equipo. Al final de los primeros diez minutos de juego, la viguesas vencían por nueve puntos, y la cosa parecía encarrilada.

Sin embargo las cosas se igualaron en los segundos diez minutos de juego. Las viguesas bajaron la intensidad defensiva, mientras que en ataque le costaba doblegar a la defensa vasca. De hecho, en los dos primeros cuartos, el Celta Zorka solamente fue capaz de lanzar dieciséis tiros de dos puntos, por treinta del cuadro rival.

Sin embargo, y a pesar de todos los problemas, el equipo vigués lograba llegar al tiempo de descanso con siete puntos de ventaja, y con cuarenta puntos anotados.

Las cosas no mejoraron mucho tras el paso por el vestuario. El Celta Zorka continuaba sin ser capaz de recuperar el ritmo de los primeros minutos de juego, logrando las jugadoras vascas acercarse peligrosamente en el marcador, pero sin ser capaces de darle la vuelta y ponese por delante. Al final del tercer cuarto, el equipo vigués vencía por seis puntos, y todo quedaba pendiente de los últimos diez minutos de juego.

Las jugadoras viguesas iniciaron el cuarto más centradas. La buena defensa le permitía robar numerosos balones para salir con velocidad a la contra. No tardaron en ampliar la ventaja, y tras dos minutos de juego ya ganaban por once puntos de ventaja. Fue el momento en el que se lesionó de gravedad Araia Peña, y sus gritos sobre el parquet bloquearon a sus compañeras que, a partir de ese momento, no fueron capaces de reaccionar y terminaron entregando el partido a las visguesas.