Balaídos recuperará su fisonomía habitual el próximo 5 de noviembre en el partido que el Celta jugará contra el Athletic. El Concello da por seguro que la grada de Río volverá a estar operativa ese día después de que el pasado domingo tuviese que cerrarla por seguridad al detectarse fallos en parte del material empleado en la reforma. "Río estará abierto: sí o sí", aseguran con rotundidad desde el gobierno municipal.

Pese a que en un principio se barajó la posibilidad de que las piezas defectuosas pudiesen superar los centenares -382 se llegó a decir-, finalmente, tras la inspección realizada por técnicos de la empresa responsable de la instalación, la cifra se limita a 64 esferas. La mayoría de ellas están ubicadas en el módulo 1, una parte de él ya fue retirada, y la otra se realizará hoy. Y otras pocas piezas se encontrarían en el módulo 3 (a última hora tras la inspección se descartaban piezas defectuosas en el módulo 5). Anoche todavía no se había tomado una decisión sobre qué hacer con esta última instalación (módulo 3): si bajarla o dejarla colocada y trabajar sobre ella. En ambos casos las nuevas esferas, que ya se están fabricando, serán repuestas en los próximos días.

El alcalde reiteraba ayer por la mañana que se estaban intentando reponer las piezas defectuosas "con la mayor celeridad posible" . "El objetivo más importante es recuperar la operatividad de la grada lo antes posible con el mil por mil de seguridad", defendió Abel Caballero, que quiere evitar que se repita la imagen del domingo con Río vacío y casi nueve mil socios del Real Club Celta viendo el encuentro por televisión.

Las empresas implicadas disponen hasta el día del choque ante el Athletic de trece días para subsanar las deficiencias o retirar las partes de la cubierta en las que están instaladas las esferas de acero con fallos de fabricación.

Inicialmente, el daño se ha localizado en un único fabricante que habría proporcionado un total de 382 esferas del millar que componen la estructura y que estarían distribuidas por los módulos mencionados. La semana pasada se bajó la mitad de uno, de 30 toneladas de peso, y hoy se retirará la otra mitad para descartar daños y reponer en tierra los elementos defectuosos por los nuevos cuya fabricación se encargó el viernes. "Nos planteamos completar estos trabajos con el máximo de velocidad y si bajamos la parte afectada ya no habría ningún problema", explicó ayer el alcalde, que el sábado por la mañana compareció en Balaídos para situar la responsabilidad en uno de los fabricantes que participan en el proyecto adjudicado por 5,5 millones de euros.

Además, el Concello ha contratado los servicios técnicos de Aimen para que supervise ya en altura el resto de las piezas instaladas en los otros módulos. El operario utilizará un endoscopio para realizar un muestro en altura del estado general de la estructuras para garantizar "al 100%" su buen estado. "Salvo ese problema detectado, estamos convencidos de que el resto de las esferas está en perfectas condiciones, pero aun así vamos a comprobarlo una vez más. Para nosotros la seguridad es la máxima prioridad. Queremos que las dudas sean cero", explican fuentes municipales.

Dando por hecho que el partido contra el Athletic se jugará con la grada de Río abierta, mañana será el día clave para tomar una decisión sobre qué se hará finalmente. La primera opción, que a esta hora tiene más peso, es que los módulos (el 1 y quizá parte del 3) que se bajen en estos días se subirían una vez pasado el choque contra el equipo bilbaíno. La segunda consistiría en cambiar las esferas y subir los módulos antes del partido. "Todo dependerá del informe de los técnicos y del margen de tiempo que tengamos. En cualquier caso este incidente no va a retrasar el calendario final de la obra y se cumplirán los plazos anunciados", aseguran desde el Concello.

Abel Caballero precisó que el fallo de seguridad detectado "acarreará un importante sobrecoste que tendrá que ser asumido por esta firma", al igual que las horas de trabajo de desmontaje de las estructuras y su recolocación. También apuntó que se le repercutirá el gasto de la devolución de las entradas, unos recursos que en primera instancia tendrá que abonar el Celta y que, a continuación, asumirá el Concello para reclamárselo posteriormente al proveedor.