De muy digna debería ser calificada la iniciativa del coordinador de IU-CA, Diego Valderas, solicitando la comparecencia del dactilar presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, para que explique a cuánto asciende el dinero que presuntamente se ha "evaporado" (léase hurtado) con motivo de los ERE irregulares, e igualmente, aclare y declare si conoció el informe de la Intervención General de Hacienda del año 2005.

Ha llegado ya el momento de depurar responsabilidades, porque los andaluces piden, y les asiste toda la razón, para conocer qué es lo que ha ocurrido y cómo se ha administrado el dinero de los parados.

El daño que se le está infligiendo a la comunidad con este tipo de escándalos y estafas, quebrantando leyes y normas, no tiene parangón ni puede tolerarse en democracia. Durante los gobiernos actual y anterior se han batido todos los récords estadísticos de paro, empleo juvenil y femenino. La celebración de un debate sobre el adelanto de las elecciones autonómicas andaluzas, no es simplemente aconsejable sino totalmente necesario. Andalucía está sumida en un muladar político, y deben ser los propios políticos los que saneen, mediante la anticipación de los comicios, esta deleznable situación, algo a lo que el PSOE no está en condición de negarse.

Tanto los fondos de reptiles como los nidos de víboras que los manejan deben desaparecer, y sus responsables ser juzgados para que respondan ante la ley y los ciudadanos de las presuntas fechorías cometidas.

La indecencia de las prejubilaciones amañadas, "no es cosa de cuatro pillos" como en su momento manifestó el patético Chaves, vicepresidente último. Toda la trama urdida en torno a esta sinvergonzonería, no puede improvisarse de la noche a la mañana. El asqueroso tinglado de los ERE y falsas prejubilaciones debe ser aclarado políticamente en el Parlamento y juzgado en los tribunales.

Repugnan las alegaciones de Griñán descartando una vez más el citado adelanto electoral. ¿Qué es lo que necesita este personaje para acceder a la clamorosa petición? Decir que deben permanecer en el poder hasta marzo del 2012 por "ser el mayor bien agotar la legislatura" son de un cinismo que rompe todos los moldes de la política.

No nos pidan que hablemos de los políticos que lo hacen bien y son honrados.

Están cumpliendo con su obligación y para eso se les paga, lo mismo que ocurre con los directivos de una empresa privada pero sin salir en la TV.

Lo que verdaderamente nos debe ocupar y preocupar son los que lo hacen mal y equivocan sus carreras y contenido de sus puestos. Los que se aprovechan y utilizan el poder torpemente para enriquecerse y enriquecer a los suyos. Los que prevarican, etc. etc...