Tan solo un mes después del hundimiento, el "Segundo Durán" fue reflotado en una operación muy complicada, ejecutada por la empresa Dragados Osmar, de Cambados, y en colaboración con una firma de Santander. La embarcación se encontraba a 52 metros de profundidad lo que representó un auténtico reto para las firmas encargadas de reflotarlo, primero, en el apartado burocrático, donde hubo que superar todo tipo de exigencias documentales por parte de la administración, y segundo, por la profundidad a la que estaba el barco.

Para el reflotamiento fue necesario analizar las condiciones meteorológicas, ya que se necesitaban cuatro días de buen tiempo, algo complicado debido a las corrientes. La recuperación del buque durante esos cuatro días se hizo en dos fases. Así, primero se levantó desde los 52 hasta los 16 metros de profundidad, para permitir que los buceadores pudiesen trabajar de forma cómoda y segura en él. En la segunda fase, el "Segundo Durán" se izó desde los 16 metros hasta la superficie, siendo posteriormente remolcado hasta Vilanova por el "Cuico". Allí llegó a mediados de septiembre, permaneciendo varias semanas en un astillero mientras se procedía a la investigación, por parte de los técnicos de Fomento, y se reparaban las cuadernas perdidas durante el hundimiento. El barco siniestrado tendrá un peso de 20 toneladas, por lo que para reflotarlo fue necesario utilizar cuatro globos de elevación capaces de levantar 6.000 kilos, otros dos de 3.000 y cuatro de 1.000. En esas tareas también se consiguió recuperar todo el aparejo con el que viajaba.